Los poseídos ( en francés : Les Possédés ) es una película dramática francesa de 1988 dirigida por Andrzej Wajda y protagonizada por Isabelle Huppert . [2] Fue presentada en el 38º Festival Internacional de Cine de Berlín . [3]
La historia se desarrolla en la Rusia del siglo XIX, en una pequeña ciudad de provincias asolada por la inestabilidad política y la agitación social. Los habitantes de la ciudad están divididos en varias facciones, entre las que se incluyen intelectuales radicales, aristócratas, funcionarios gubernamentales y campesinos, cada uno con sus propias agendas e ideologías.
La figura central de la historia es Nikolai Stavrogin, un aristócrata misterioso y enigmático que regresa a su ciudad natal después de una larga ausencia en Suiza. La llegada de Stavrogin genera intriga y controversia entre los residentes de la ciudad, ya que circulan rumores sobre su escandaloso pasado y su participación en un trágico incidente ocurrido años antes.
La presencia de Stavrogin trastorna la vida de quienes lo rodean, entre ellos la esposa del gobernador, Varvara Stavrogina, y su hijastro, Pyotr Verkhovensky, un revolucionario carismático y radical. Verkhovensky es un ferviente defensor del cambio social y busca incitar una revolución contra el orden existente.
A medida que aumentan las tensiones dentro de la comunidad, alimentadas por las acciones provocadoras de Stavrogin y la ideología radical de Verkhovensky, los personajes se ven arrastrados a una red de intrigas, manipulación y corrupción moral. Verkhovensky forma una sociedad secreta de radicales y recluta a jóvenes e intelectuales descontentos para su causa.
Mientras tanto, Stavrogin se ve envuelto en una serie de escandalosos romances y conflictos personales, incluida una tumultuosa relación con una joven llamada Marya Lebyadkina, que se enamora perdidamente de él. Los motivos ambiguos de Stavrogin y su comportamiento errático confunden a quienes lo rodean, lo que lleva a especulaciones y sospechas sobre sus verdaderas intenciones.
A medida que las tensiones entre las distintas facciones llegan a su punto álgido, la ciudad estalla en violencia y caos. Las ambiciones revolucionarias de Verkhovensky se descontrolan, lo que conduce a la traición, el derramamiento de sangre y, en última instancia, a la tragedia para muchos de los personajes involucrados.