Se conocen como Test Acts a una serie de leyes penales inglesas del siglo XVII que instauraban la revocación de diversos derechos cívicos, civiles o de familia para los católicos y otros disidentes religiosos no anglicanos.
Sin embargo, no fue sino hasta el reinado de Carlos II de Inglaterra cuando se hizo obligatorio haber recibido la comunión para poder acceder a un empleo público.
Además, debían recibir los sacramentos en los tres meses siguientes a su acceso al empleo.
[3] La obligación de recibir los sacramentos para poder acceder a un empleo público fue abolida por el rey Jorge IV del Reino Unido.
Todas las medidas discriminatorias quedaron abolidas en 1829 mediante el Acta de Ayuda Católica.