La Dirección General del Tesoro ( DGT ) es una dependencia del Ministerio de Economía y Empresa encargada de gestionar la Hacienda Pública española, así como de ejecutar la política gubernamental en materia de financiación y endeudamiento. Asimismo, se encarga de la acuñación de moneda a través de la Real Casa de la Moneda, así como de otras competencias en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
La Dirección General de Hacienda tiene su origen a principios del siglo XIX y en sus orígenes perteneció al Ministerio de Hacienda , pero desde el siglo XX, cada vez que ha existido el Ministerio de Economía , este organismo ha estado integrado en él. Además, desde 2014 la DGT está integrada en la nueva Secretaría General del Tesoro que supervisa y dirige las actuaciones de la DGT.
La Hacienda española es tan antigua como la monarquía española ; sin embargo, en siglos pasados, el tesoro estaba repartido entre los diferentes reinos de la monarquía y cada reino tenía su propio tesorero general. A la llegada de la dinastía borbónica en 1700 con Felipe V , se centralizó la hacienda, creándose el cargo de Tesorero General del Reino.
Sin embargo, la dirección general no se creó hasta más tarde, y durante el reinado de Fernando VII , cuando comenzó a tomar forma la administración moderna. En 1824, el ministro de Hacienda, Luis López Ballesteros, aprobó una instrucción general (una especie de real decreto ) por la que la Corona encomendaba la administración de la Real Hacienda a dos nuevos organismos: la Contaduría General de Repartos y la Dirección General de la Real Hacienda (DGRT). [1]
La Dirección General no fue inaugurada hasta el 4 de agosto de 1825, y durante el período transcurrido desde su creación hasta esa fecha, todavía se llamó Tesorería General del Reino. [2]
La DGRT contaba con una tesorería propia denominada Tesorería de la Corte y sobre la que actuaba como interventora la Contabilidad General. La DGRT tenía la misión de recaudar el dinero destinado a la Hacienda Real y distribuirlo conforme a lo que ordenaba el secretario del despacho de Hacienda . Asimismo, se encargaba de pagar las deudas y autorizar los pagos, incluidos los del Ejército , así como de realizar las previsiones presupuestarias y de gastos.
La instrucción general preveía también una secretaría para la gestión de la dirección general y un archivo que se compartía con la Contaduría General de la República para custodiar todos los documentos de los órganos predecesores y los que se generaran en el futuro.
Desde mediados de la década de 1830, la dirección general pasó a denominarse Dirección General del Tesoro Público y se creó la Subsecretaría de Hacienda como órgano superior del Ministerio después del propio ministro, pasando el Subsecretario a ser el superior jerárquico. [3] A partir de la década de 1840, la denominación de Dirección General del Tesoro Público y Dirección General del Tesoro se utilizaron indistintamente, aunque prevaleciendo la primera.
Ante la negativa del Banco de San Fernando primero y del Banco de España después a conceder préstamos al Tesoro Público, se creó en 1853 la Oficina General de Depósitos. [4] Esta Oficina tuvo un cuadro directivo autónomo hasta que por decreto de 8 de julio de 1873 pasó a formar parte de la dirección general. [5]
Desde la ley de 29 de abril de 1855, existía una comisión permanente de seis diputados a Cortes encargada de supervisar las cargas de justicia —obligaciones de pago contraídas por el Estado para indemnizar a los titulares de donaciones y privilegios reales, o de derechos enajenados de la Corona— abonadas por el Gobierno con cargo al presupuesto y cuyo órgano de administración era la Dirección General del Tesoro. [6] Las competencias sobre estas cargas de justicia fueron transferidas a la Dirección General de Deuda Pública el 1 de julio de 1869 [7] y a cambio recibió las competencias sobre los ingresos de loterías al desaparecer la Dirección General de Loterías del Estado. [8]
Entre 1873 y 1924 se denominó indistintamente de tres formas distintas a este organismo, variando entre Dirección General del Tesoro, Dirección General del Tesoro Público y Dirección General del Tesoro Público y Ordenación General de Pagos del Estado, aunque manteniendo su titular la primera de las denominaciones.
El 13 de marzo de 1875, [9] la dirección general perdió las competencias que tenía sobre las Casas de la Moneda que fueron transferidas a la Subsecretaría de Hacienda y las recuperó el 14 de febrero de 1882. [10]
La reforma más importante desde su creación se llevó a cabo el 10 de diciembre de 1895. Una Real Orden definió la dirección general como «el centro encargado de cubrir las obligaciones y servicios públicos con los ingresos naturales del presupuesto, y con los fondos adquiridos por operaciones bancarias, cuando aquellos no fueren suficientes». El organismo estaba formado por tres departamentos —uno de Servicios de la Orden, Oficina de Depósitos, Asuntos Generales y Registro General; otro de Ingresos Generales; y otro de Ingresos de Rifas y Loterías—, una secretaría y una oficina bancaria especial. [11]
Con la dictadura de Primo de Rivera , la dirección general cambió su nombre por el de Dirección General del Tesoro y Contabilidad y se le otorgaron competencias para elaborar las leyes de presupuestos. [12] Tras la dictadura, en 1930 se aprobó un decreto-ley por el que se restableció la Ley de Administración y Contabilidad de la Hacienda Pública de 1911 y, con ella, la denominación de dirección general del Tesoro Público. [13]
El 28 de septiembre de 1935 se suprimió la Dirección General de Seguros y Ahorro y sus competencias fueron transferidas a este organismo, pasando a denominarse Dirección General del Tesoro y Seguros. [14] Ya en plena Guerra Civil , el gobierno republicano unificó los ministerios de Economía y Hacienda bajo uno solo y la dirección general sufrió un cambio de competencias, perdiendo las competencias en materia de seguros en favor de la Dirección General de Deuda, Seguros y Clases Pasivas y pasó a denominarse Dirección General del Tesoro, Banca y Ahorro. [15]
Una vez finalizada la guerra en 1939, pasó a denominarse Dirección General del Tesoro. Por decreto de 10 de mayo de 1957 se produce la segunda gran reforma de este organismo, fusionándose la dirección general con la dirección general de Deuda Pública y Clases Pasivas y creándose la Dirección General del Tesoro, Deuda Pública y Clases Pasivas. [16] Esta dirección general estaba formada por las subdirecciones generales del Tesoro; de Deuda Pública y de Clases Pasivas y de la Caja General de Depósitos. [17]
Por decreto de 27 de noviembre de 1967, con el objetivo de reducir el gasto público de la Administración, se suprimieron las Direcciones Generales de Presupuestos y de Seguros, integrándose sus competencias y órganos en la Dirección General del Tesoro, que pasó a denominarse Dirección General del Tesoro y Presupuestos y quedó formada por ocho subdirecciones generales, tres relacionadas con la tesorería y las otras con Presupuestos, Inversiones, Financiación y Programación, Salarios públicos, Seguros y Régimen Financiero de las Corporaciones Locales. Además, desde 1973 existía también dentro de la dirección una secretaría general, con rango de subdirección, para la coordinación de todos sus órganos.
En octubre de 1976 la denominación de la dirección general pasó a ser Dirección General del Tesoro, pero sin cambios en sus competencias. [18] En 1982 asumió también las competencias en materia de política financiera, manteniendo esta estructura hasta finales de 2011.
Entre finales de 2011 y mediados de 2014 la dirección general fue suprimida y sus competencias fueron asumidas por la nueva Secretaría General del Tesoro. En 2014 se recuperó el organismo para optimizar la gestión del Tesoro Público y en especial del Fondo de Liquidez Autonómico . [19]
De la DGT depende: [20]
El presupuesto de la Dirección General se asigna a través de la Secretaría General. En concreto, para 2023 la DGT cuenta con un presupuesto de 582,9 millones de euros a través de tres programas: