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Teoría de la manipulación de la información

La teoría de la manipulación de la información ( IMT ) (McCornack 1992) y (McCornack et al. 1992) es una teoría de la producción de discurso engañoso, arraigada en la teoría de la implicatura conversacional de H. Paul Grice. La IMT sostiene que, en lugar de que los comunicadores produzcan "verdades" y "mentiras", la gran mayoría del discurso engañoso cotidiano implica combinaciones complicadas de elementos que se encuentran en algún lugar entre estos polos opuestos; siendo la forma más común de engaño la edición de información contextualmente problemática (es decir, mensajes comúnmente conocidos como "mentiras piadosas"). Más específicamente, los individuos tienen a su disposición cuatro formas diferentes de engañar a los demás: jugar con la cantidad de información relevante que se comparte, incluida información falsa, presentar información irrelevante y/o presentar información de una manera demasiado vaga. Mientras tales manipulaciones permanezcan encubiertas, es decir, sin ser detectadas por los receptores, el engaño tendrá éxito. Dos de las implicaciones prácticas más importantes de las IMT son que los engañadores comúnmente usan mensajes que están compuestos enteramente de información veraz para engañar; y que debido a que este es el caso, nuestra capacidad para detectar el engaño en entornos del mundo real es extremadamente limitada.

Historia y temas centrales

En el otoño de 1987 y principios de la primavera de 1988, el especialista en engaños Steven McCornack (en aquel entonces estudiante de doctorado en la Universidad de Illinois) recogió datos para su tesis. Sin darse cuenta, McCornack empleó un método que no habían utilizado los investigadores anteriores sobre el engaño. En aquel momento, la mayoría de los investigadores del engaño daban instrucciones a los participantes del estudio para que "mintieran" o "dijeran la verdad". Sin embargo, McCornack no dio a los participantes de su estudio ninguna orientación de ese tipo. En cambio, los colocó en situaciones que habían provocado que otras personas mintieran y les preguntó qué dirían (antes había reunido datos sobre los tipos de situaciones que desencadenan la mentira entre los estudiantes universitarios). McCornack, que esperaba poder codificar sus datos en términos de "verdad" frente a "falsedad", se quedó atónito al observar que los mensajes que se habían generado desafiaban esa dicotomía. El mensaje típico de sus datos implicaba combinaciones complejas de elementos verdaderos y falsos. En su tesis posterior, McCornack argumentó que los engañadores manipulan dos dimensiones principales cuando intentan engañar a otros: la cantidad de información que se comparte y si dicha información está distorsionada o no.

Dos años después, mientras era profesor adjunto en la Universidad Estatal de Michigan, McCornack revisó los datos de su tesis. Insatisfecho con la caracterización bidimensional de los mensajes (es decir, "cantidad de información" y "distorsión de la información"), buscó el consejo de su asesora doctoral, Barbara O'Keefe, quien le recomendó que utilizara la teoría de la implicatura conversacional de Paul Grice como base teórica. Al volver a analizar sus datos desde una perspectiva griceana de cuatro dimensiones (ver más abajo), McCornack encontró un ajuste casi perfecto y escribió una serie de artículos para conferencias que explicaban su análisis.

En 1992, McCornack publicó dos artículos que se consideran obras fundamentales de la teoría de la manipulación de la información. En el primero, McCornack establece la premisa básica de la TMI, a saber, que los mensajes engañosos se derivan de violaciones encubiertas de las máximas conversacionales y que “los mensajes engañosos funcionan de manera engañosa porque violan los principios que gobiernan los intercambios conversacionales” (McCornack 1992). El segundo artículo, escrito en colaboración con el destacado estudioso del engaño Timothy Levine (McCornack et al. 1992), proporcionó una prueba empírica de la teoría.

Trabajos previos sobre formas de discurso engañosas

Antes de la publicación de Information Manipulation Theory, un puñado de estudios habían examinado las diversas formas en que las personas juegan con la información para engañar a los demás; aunque no se había postulado ningún marco teórico colectivo que conectara estos trabajos entre sí. El más influyente de ellos, a la hora de dar forma al pensamiento de McCornack, fue un estudio de Turner, Edgley y Olmstead (1975) que examinaba el control de la información durante conversaciones importantes. Turner et al. pidió a los participantes que grabaran una conversación importante y luego analizaran por sí mismos cuántas de sus expresiones eran completamente honestas, en comparación con aquellas que controlaban la información de manera significativa. Observaron varias formas de control de la información y las describieron en términos de categorías, incluidas "mentiras", "exageraciones", "medias verdades", "secretos" y "respuestas de distracción". También observaron que la gran mayoría (61,5%) de las expresiones en conversaciones importantes no eran completamente honestas, sino que controlaban la información de alguna manera.

Otros investigadores también habían propuesto taxonomías de tipos de engaño. En 1984, Hopper y Bell introdujeron una tipología de tipos engañosos utilizando términos ingleses como "fictions", "playings", "lies", "crimes", "masks" y "unlies". Dentro de la literatura sobre comunicación relacional, un trabajo de conferencia presentado en 1986 por Sandra Metts y su estudiante de posgrado Helen Chronis fue especialmente influyente en la conformación de la conceptualización de McCornack, ya que postularon el engaño como algo que surge cuando los comunicadores se enfrentan a contextos complicados que involucran objetivos múltiples y en pugna. Metts y Chronis describieron la variación en el discurso engañoso como algo que varía en un continuo de tergiversación encubierta a abierta de la información.

Fundamentación teórica

Como McCornack ha señalado con frecuencia en varias presentaciones públicas (véase McCornack, 2022) [1] "para entender la IMT, primero hay que entender a Grice". Es decir, la IMT tiene sus raíces en la teoría de la implicatura conversacional propuesta por Paul Grice . Grice fue un filósofo de la pragmática del siglo XX, que estaba especialmente interesado en cómo las personas transmiten significados más allá de lo que está codificado en las propias palabras, utilizando implicaciones no convencionales (es decir, implicaturas conversacionales). Grice señaló que en tales situaciones, los oyentes no comienzan la tabla rasa para dar sentido a las expresiones del hablante; sino que, en cambio, tienen una enorme ventaja para dar sentido: el conocimiento de que los hablantes pretenden que sus expresiones sean contribuciones racionales al intercambio conversacional. Grice enmarcó esto como su "Principio Cooperativo", es decir, "haz tu contribución conversacional tal como se requiere, en la etapa en la que ocurre, por el propósito o la dirección aceptados del intercambio de conversación en el que estás involucrado" (Grice, 1975). Como consecuencia de esta presunción subyacente, los oyentes, cuando se enfrentan a enunciados que parecen desafiar la construcción de sentido, pueden presumir que, de hecho, los hablantes pretenden que dichos enunciados estén relacionados con el propósito central del intercambio.

Grice consideraba que se requerían cuatro cosas para que los intercambios conversacionales fueran racionales: los hablantes deben compartir toda la información relevante ("Cantidad"), deben evitar la información falsa ("Calidad"), deben hacer que su información sea relevante ("Relación") y deben hacer que su información sea clara y directa ("Modo"). Grice señaló, en su discusión de las formas en que los hablantes violan estas presunciones, la posibilidad de violaciones encubiertas. Es decir, en ciertas circunstancias, los hablantes pueden violar subrepticiamente estas expectativas; y cuando lo hacen, "son propensos a engañar" (Grice, 1975). [2] Al escribir IMT, McCornack se centró en esta única línea de texto de Grice sobre el potencial de engaño, y la expandió hasta convertirla en un marco completo para describir el discurso engañoso; argumentando que el engaño constituye una forma de intercambio humano irracional y no cooperativo.

Principales hallazgos experimentales

Críticas a las IMT

Se han formulado dos críticas sustanciales contra las IMT:

Teoría de manipulación de la información 2 (IMT2)

En 2014, McCornack, junto con su colega Kelly Morrison y varios de sus estudiantes de posgrado (incluidos Jihyun Paik y Xun Zhu) publicaron Information Manipulation Theory 2 (McCornack et al., 2014). [4] IMT2 es una teoría integral de la producción de discurso engañoso, basada en investigaciones sobre producción del habla, ciencia cognitiva y modelos de inteligencia artificial para la resolución de problemas. IMT2 consta de tres conjuntos proposicionales y una serie de proposiciones específicas, comprobables y no falsables. La afirmación central de IMT2 es que "tanto el discurso engañoso como el veraz son resultado de un sistema de producción de habla que implica un procesamiento distribuido en paralelo, guiado por la eficiencia, la memoria y el razonamiento de medios y fines; y este proceso de producción implica una serie rápida de ciclos cognitivos (que involucran módulos distintos unidos por un espacio de trabajo consciente) y la modificación del discurso construido incrementalmente durante el turno de hablar en respuesta a discrepancias dinámicas entre el estado actual y el estado final" (2014, página 15).

En el núcleo de IMT2 hay tres conjuntos de proposiciones que abordan cómo las personas juegan con la información para engañar a los demás; la carga cognitiva que debería asociarse con diferentes formas de manipulación de la información; y el papel que desempeña la intencionalidad en el proceso de producción. Estos conjuntos de proposiciones se basan en tres supuestos fundamentales que contrastan marcadamente con los modelos predominantes de engaño:

(1) En contextos en los que la verdad es situacionalmente problemática (es decir, contextos en los que las personas enfrentarán costos personales, relacionales y/o profesionales significativos para compartir la verdad), la producción de un discurso engañoso a menudo será cognitivamente más eficiente que decir la verdad (es decir, el engaño evocará menos carga cognitiva que decir la verdad), que es precisamente la razón por la que las personas tenderán al engaño en tales situaciones.

(2) El discurso engañoso, como todo discurso, no se produce como "mensajes" intactos, unitarios y discretos, sino que se construye de manera incremental durante los turnos de conversación. El resultado es que las personas rara vez producen "mentiras" en la conversación, sino que, en cambio, integran rutinariamente pequeños fragmentos de información falsa en corrientes de discurso que, por lo demás, son veraces mientras hablan.

(3) La intención engañosa puede surgir y decaer en cualquier punto del proceso de producción del discurso, pero ciertamente no necesita ocurrir a priori (es decir, antes de que comience la producción del discurso).

Estas tres presunciones pueden traducirse en varias conclusiones sencillas de enorme importancia práctica y teórica, tanto para académicos como para legos:

Referencias

  1. ^ McCornack, SA (mayo de 2022). Incrementalidad, intencionalidad y manipulación de la información: más allá del mito de verdad/mentira. Presentado en la reunión anual de la Asociación de Ciencias Psicológicas, Chicago.
  2. ^ Grice, HP (1975). Lógica y conversación. En P. Cole y JL Morgan (eds.), Sintaxis y semántica, vol. 3, Actos de habla (págs. 41-58). Nueva York: Academic Press.
  3. ^ McCornack, SA (1997). La generación de mensajes engañosos: sentando las bases para una teoría viable del engaño interpersonal. En JO Greene (Ed.) Producción de mensajes: avances en la teoría de la comunicación . Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates (pp. 91-126).
  4. ^ McCornack, Steven A.; Morrison, Kelly; Paik, Jihyun Esther; Wisner, Amy M.; Zhu, Xun (septiembre de 2014). "Teoría de la manipulación de la información 2: una teoría proposicional de la producción de discurso engañoso". Revista de lenguaje y psicología social . 33 (4): 348–377. doi :10.1177/0261927X14534656. ISSN  0261-927X. S2CID  146984354.