[1] Era hija de al-Aziz, el quinto califa fatimí y decimocuarto imán ismailí (975-996), y de una cristiana bizantina que había rechazado convertirse al islam.
[2] Pasó su niñez en el Palacio Fluvial (Qasr al-Bahr), mandado edificar por su padre junto al Nilo.
[9] Una vez aceptado como califa su sobrino, se deshizo del peligroso general, haciéndolo asesinar por unos soldados que le acusaron durante una reunión con los visires de haber matado al anterior califa y le dieron muerte.
[10] Pese a ostentar el poder, nunca se mencionó su nombre en la jutba de los viernes[10] sino el de su sobrino, por lo que no fue formalmente califa, que por ley debía ser un varón adulto, pero sí ejerció el derecho de regencia, una posición sin precedentes en el mundo islámico.
Asistía a las reuniones con los ministros y altos funcionarios detrás de una cortina.