La seada (más conocida por su forma plural, seadas) es un postre salado sardo que se puede servir con aderezos dulces. Se prepara friendo en abundante aceite de oliva o manteca una bola de masa de sémola grande (normalmente de entre 8 y 10 cm de diámetro) con un relleno de queso pecorino agrio y cáscara de limón, y se sirve cubierta con miel, azúcar y, a veces, sal.