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Penitenciaría Nacional (Buenos Aires)

Penitenciaría Nacional en 1900
Penitenciaría Nacional en 1939

En jurisdicción del Servicio Penitenciario Federal (SPF), La Penitenciaría Nacional era un imponente edificio sobre la Avenida Las Heras (llamado así en memoria del Gral. Juan Gregorio de Las Heras), en el barrio de Palermo de Buenos Aires , Argentina , hasta que fue demolido en 1962.

Penitenciaría nacional

La ciudad pidió por decreto en 1869 “Planes y Presupuestos para la Construcción de un Edificio Cárcel”, con las normas penales de la época; se trataba de cumplir con las normas constitucionales de 1853: Art. 18. Éste, un sistema de represión humillante, era el modelo para la época, con presos que hacían trabajar duro y no tenían uniforme.

La construcción se inició en 1872 con planos del arquitecto Ernesto Bunge. Se terminó en 1876. Se adoptó un sistema de régimen penitenciario y un plan de trabajo para los presos y se contrataron oficiales. Enrique O´Gorman era el “Gobernador de la Penitenciaría” y era independiente del Poder Judicial. Se inauguró privadamente el 28 de mayo de 1877, con una abertura camuflada. Este “castillo medieval” se llenó con 300 presos que habían superpoblado la Penitenciaría del Cabildo. Geográficamente, la Penitenciaría estaba en la Provincia de Buenos Aires. Sus muros estaban puntuados con torres y garitas para los guardias de la prisión. Estaba en una barranca lisa, con una puerta de hierro.

Estructura de la prisión

Refugio

Existían dos categorías de reclusos: los penados y los encausados. Las condiciones de vida en la penitenciaría se mejoraron bajo la dirección de Antonio Ballvé, entre 1904 y 1909. Pidió que José Ingenieros visitara la cárcel y estudiara su sistema. Estudió a los presos y sus características físicas, se montó un sistema de premios y castigos, y se eliminó el régimen de silencio. Con el tiempo se flexibilizaron las normas; comenzaron las visitas a los íntimos, se permitió al visitante decir su nombre a los presos, y dejaron de existir los grilletes y los uniformes rayados bajo la dirección de Roberto Pettinato, en el gobierno de Juan Perón . Los patios se convirtieron en huertas. Tenía una fábrica para abastecer a la penitenciaría y otras instituciones públicas.

Traslado y demolición

En 1909 se inició un nuevo plan urbanístico. El edificio, con su aspecto de castillo y sus grandes murallas, pronto se convirtió en un barrio rico, poblado y elegante. Los presos fueron trasladados y las demoliciones comenzaron el 6 de septiembre de 1961 y terminaron el 5 de febrero de 1962. Con el tiempo, la penitenciaría se volvió obsoleta: la población carcelaria aumentó hasta el punto de que ya no era eficiente. Esto no fue una lección solo para esta prisión, sino que enseñó a otras prisiones a evitar los problemas de este régimen: descuido, falta de higiene, malestar general, etc. Más bien, las prisiones aprendieron a hacer que las condiciones en la prisión fueran más adecuadas.

Véase también

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