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Saveasiʻuleo

Saveasiʻuleo es el Dios de Pulotu (Antiguo concepto de Cielo), el inframundo de los espíritus o Hades en la mitología samoana . [1]

Es el padre de Nafanua la Diosa de la Guerra en Samoa . La madre de Nafanua es Tilafaiga , hermana de Taema, otra figura de la mitología samoana.

A Saveasiʻuleo a veces se le conoce como Elo.

Los espíritus de los dioses podían tomar la forma de animales y seres humanos [2] y se cree que Saveasi'uleo toma la forma de una anguila o aparece como mitad hombre y mitad anguila. [3] Sus antepasados ​​fueron rocas. Una historia dice que su madre era Taufa y su padre, Aloa. Sus hermanos eran Salevao y Ulufanuaseʻeseʻe. Los hermanos acordaron que Saveasi'uleo iría y se convertiría en rey de Pulotu. [4] Saveasiʻuleo subiría de su reino y vagaría por la tierra. Existen diferentes versiones de historias que se cuentan sobre él. Se le conoce como dios y, a veces, como demonio. Un día, Saveasiʻuleo conoció a sus sobrinas gemelas Tilafaiga y Taema nadando de regreso a Samoa desde Fiti, donde habían aprendido el arte del tatuaje. Saveasiʻuleo secuestró a Tilafaiga y ella luego dio a luz a Nafanua, la diosa de la guerra. [5] La historia de las hermanas que trajeron una canasta de herramientas de tatuaje para los pe'a a Samoa es otra leyenda muy conocida.

pulotú

Según las creencias samoanas, la entrada al mundo de los espíritus Pulotu se encuentra en el pueblo de Falealupo , en el extremo occidental de la isla de Savai'i . [6]

Ver también

Referencias

  1. ^ [1] Samoa, hace cien años y mucho antes por George Turner, p.123
  2. ^ "CAPÍTULO X - Religión en Samoa | NZETC".
  3. ^ [2], Journal of the Polynesian Society, Vol 59, No. 3, 1950, Expresiones proverbiales de los samoanos por E. Schultz, p. 207-231
  4. ^ [3], Diccionario de mitología polinesia de Robert D. Craig, p. 243
  5. ^ [4], Mayoría de edad en la antropología estadounidense: Margaret Mead y el paraíso por Malopaʻupo Isaia, p. 38
  6. ^ [5], Reminiscencias polinesias: o la vida en las islas del Pacífico por William Thomas Pritchard, p.401