Contribuyó en la Eclesiología neotestamentaria, que ha tenido amplia influencia en los tratados sobre la Iglesia.
Benedicto XVI lo elogiará como el más importante exégeta católico alemán de la segunda mitad del siglo XX.
Schnackenburg estudió Filosofía y Teología en las universidades de Breslau y Múnich, recibió su doctorado en el año 1937 presentando una tesis sobre la fe del Evangelio de San Juan.
Escribió numerosos libros, incluyendo un comentario sobre el Evangelio de Juan.
Cuando pasó a profesor emérito atendió como sacerdote una residencia de ancianos.