Olivier De Schutter (nacido el 20 de julio de 1968) es un jurista belga especializado en derechos económicos y sociales. Se desempeñó como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación de 2008 a 2014. [1] Es profesor de derecho internacional de los derechos humanos, derecho de la Unión Europea y teoría jurídica en la Universidad de Lovaina (UCLouvain) en Louvain-la-Neuve , Bélgica, así como en el Colegio de Europa y en Sciences Po en París. Fue profesor visitante regular en la Universidad de Columbia entre 2008 y 2012 y ha contribuido regularmente a la Academia de Derechos Humanos y Derecho Humanitario de la Facultad de Derecho de la Universidad Americana de Washington . Es el primer presidente del Consejo Asesor Belga sobre Coherencia de Políticas para el Desarrollo y copreside el Panel Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES-Food), un grupo de expertos de varias disciplinas y regiones que trabajan juntos para desarrollar propuestas para la reforma de los sistemas alimentarios. Miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU entre 2015 y 2020, fue nombrado Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, [2] y asumió sus funciones el 1 de mayo de 2020.
Hijo de un diplomático, realizó sus estudios primarios y secundarios en Bombay (actualmente Mumbai ), India ; Yeda , Arabia Saudita ; y Kigali , Ruanda . Estudió Derecho en la Universidad de Lovaina (UCLouvain) , la Universidad Panthéon-Assas y la Universidad de Harvard , antes de obtener un doctorado en la UCLouvain. Su tesis doctoral, un estudio comparativo del papel de los tribunales en la adjudicación de derechos fundamentales, se publicó en francés como Fonction de juger et droits fondamentaux. Transformation du contrôle juridictionnel dans les ordres juridiques américain et européens , Bruselas, Bruylant, 1999, 1164 pp. Sus publicaciones posteriores se centran en las áreas de gobernanza y derechos humanos, con especial atención a la cuestión de la globalización y los derechos humanos y los derechos económicos y sociales en general, y en la protección de los derechos fundamentales en la Unión Europea. Entre sus libros sobre derechos humanos se encuentran International Human Rights Law. Cases, Materials, Commentary , publicado inicialmente por Cambridge University Press en 2010 y que pasó por una segunda y tercera ediciones revisadas en 2014 y 2019. También publicó extensamente sobre globalización económica y derechos humanos, en particular abogando a favor de mejorar los vínculos entre las políticas comerciales y los derechos laborales y las normas ambientales ( Trade in the Service of Sustainable Development , Hart/Bloomsbury, 2015) y haciendo propuestas para una gobernanza más sostenible y democrática de los recursos naturales, como la tierra y el agua ( Governing Access to Essential Resources , Columbia Univ. Press, 2016, coeditado con K. Pistor; y Foreign Direct Investment and Human Development , Routledge, 2012, coeditado con JF Swinnen y J. Wouters).
En su trabajo, busca vincular los principios de derechos humanos de participación, rendición de cuentas y no discriminación, con la idea de políticas públicas basadas en el aprendizaje, que se prueban y revisan permanentemente a la luz de su impacto en los más pobres y vulnerables. Su trabajo actual se centra en la transición hacia sociedades sostenibles, en el que moviliza diversas disciplinas, entre ellas la economía, la psicología social, la ciencia política y la teoría feminista.
Desde mediados de los años 90, Olivier De Schutter ha participado en diversos debates sobre la mejora de la gobernanza en la UE y sobre los derechos fundamentales en la UE. Entre 1995 y 1997, coorganizó un seminario sobre la reforma de la gobernanza en la UE con la Unidad de Estudios Prospectivos de la Comisión Europea, un seminario que más tarde, tras la caída de la Comisión Santer, influyó en la elaboración del Libro Blanco sobre la gobernanza publicado en julio de 2001 por la Comisión Europea. Entre 2002 y 2007, coordinó la Red Europea de Expertos Independientes sobre Derechos Fundamentales, un grupo de expertos de alto nivel creado a petición del Parlamento Europeo para proporcionar recomendaciones a las instituciones de la UE sobre la aplicación de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE e informar sobre la situación de los derechos fundamentales en la UE. En 2013, fue nombrado miembro del Comité Científico de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE.
Sus propuestas clave para la introducción de una gobernanza basada en el aprendizaje en la UE, basada en innovaciones sociales locales para acelerar el cambio hacia sociedades sostenibles y, por lo tanto, apoyar la transición ecológica y social, se resumen en un informe que presentó en la Conferencia Internacional Francqui de 2014 [1]. Sus puntos de vista estaban fuertemente influenciados por el experimentalismo democrático , promovido por Roberto M. Unger, un profesor de la Facultad de Derecho de Harvard con quien De Schutter estudió, y Charles F. Sabel, un colega de la Facultad de Derecho de Columbia con quien co-enseñó un seminario sobre gobernanza en la UE durante algunos años. Al experimentalismo democrático expuesto por Unger o Sabel, De Schutter agrega un énfasis en las innovaciones sociales que se originan dentro de comunidades en las que hay suficiente capital social para permitir el desarrollo de la acción colectiva. En ese sentido, la sociodiversidad -la proliferación de innovaciones sociales, a menudo a nivel local y vinculadas a los recursos y motivaciones locales- se considera un activo clave para construir sociedades resilientes y sostenibles, y la gobernanza debería apoyar tales innovaciones. La implicación es una visión radical sobre la democracia: en lugar de que la democracia sea sólo una característica del sistema político, debería ser una característica de la sociedad en su conjunto, y en lugar de que la democracia consista en que el "pueblo" elija representantes para diseñar soluciones para ellos, debería significar crear espacios para que las personas inventen sus propias soluciones para superar los obstáculos que enfrentan.
Esta visión también permea su interpretación de la soberanía alimentaria , como algo que se trata principalmente de la democracia alimentaria y la capacidad de las personas para inventar alternativas al sistema alimentario dominante [2]. También guía su papel dentro de IPES-Food, el Panel Internacional de Expertos sobre sistemas alimentarios sostenibles [3]: IPES-Food busca desarrollar propuestas para la reforma de los sistemas alimentarios involucrando a los actores sociales y aprovechando las innovaciones sociales, en una gestión transdisciplinaria que desbloquea los obstáculos a la reforma democratizando los sistemas alimentarios y abordando directamente las cuestiones de economía política que retrasan el cambio: intereses creados, narrativas dominantes y monopolios económicos y políticos.
También es partidario de la Campaña para el Establecimiento de una Asamblea Parlamentaria de las Naciones Unidas , una organización que hace campaña por la reforma democrática en las Naciones Unidas y la creación de un sistema político internacional más responsable. [3]
En su calidad de Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, De Schutter sucedió a Jean Ziegler , que ocupó el cargo entre 2000 y 2008. [4] De Schutter presentó informes al Consejo de Derechos Humanos y a la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre diversos aspectos del derecho a la alimentación. También realiza visitas oficiales que dan lugar a la preparación de informes dirigidos a los gobiernos interesados y a la comunidad internacional: dichas misiones se llevaron a cabo, entre otros lugares, en Benin, Brasil, Camerún, China, Guatemala, Madagascar, México, Nicaragua, Sudáfrica y Siria. [5] Aunque trabajó principalmente en países en desarrollo, también se interesó en economías avanzadas como Canadá, y en 2012 realizó una investigación formal de 11 días en Canadá. Como Relator Especial ha publicado informes oficiales sobre agroecología, nutrición, agricultura por contrato, pesca, género y otras cuestiones clave vinculadas a la garantía del derecho a la alimentación, y en todo momento ha defendido la necesidad de que los pequeños agricultores estén en el centro de las estrategias de seguridad alimentaria [6] , e instó a los países a reinvertir en sus sectores agrícolas en lugar de depender de las importaciones de los volátiles mercados mundiales. También ha criticado las adquisiciones de tierras a gran escala y la producción de biocombustibles en países con inseguridad alimentaria. En su informe final al Consejo de Derechos Humanos de la ONU se ofrece un resumen de sus conclusiones [4].
De Schutter apareció en el documental Crops of the Future de Marie-Monique Robin de 2012 , donde se presenta su alentador estudio de la agroecología y las soluciones a la crisis alimentaria de nuestro planeta . [7] [8]
Entre 2015 y 2020, Olivier De Schutter fue miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, un órgano de expertos encargado de supervisar la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El Comité se reúne tres veces al año para recibir informes de países y evaluar comunicaciones individuales en virtud de un Protocolo Facultativo que entró en vigor en mayo de 2013.
En su calidad de Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter presentó un informe inicial sobre cómo combatir la pobreza dentro de los límites planetarios, defendiendo una "transición justa" como parte de la "reconstrucción mejor" después de la crisis económica inducida por la COVID-19. Sus informes posteriores se centraron en la transmisión intergeneracional de la pobreza, destacando la discriminación contra las personas en situación de pobreza y la inversión insuficiente en la primera infancia como factores clave que explican la perpetuación de la pobreza. También trabajó extensamente sobre los obstáculos para la adopción por parte de todos los países de los pisos de protección social, abogando desde 2012 por la necesidad de establecer un nuevo mecanismo de financiación internacional a tal efecto, llamado Fondo Mundial de Protección Social [9] y dedicando un informe a la cuestión de la "falta de ejercicio de los derechos" en el ámbito de la protección social.
Olivier de Schutter sostuvo que el otoño de 2022 no era el momento adecuado para que el Reino Unido aplicara más austeridad, ya que esto podría violar las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y empeorar el hambre y la desnutrición. De Schutter sostuvo que estaba "sumamente preocupado" por los probables recortes de gastos multimillonarios que podrían incluir reducciones en los pagos de asistencia social para millones de los más pobres del Reino Unido:
"No se imponen medidas de austeridad cuando toda la población se enfrenta a una crisis del coste de la vida. Lo que se hace es aumentar los impuestos a los ricos y a las empresas".
Olivier de Schutter teme que los niños pobres coman menos y estén desnutridos, lo que les impedirá aprender en la escuela. [10]
Antes de ser nombrado Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, De Schutter fue Secretario General de la Federación Internacional de Derechos Humanos , una organización no gubernamental internacional de derechos humanos con sede en París centrada en la cuestión de la globalización y los derechos humanos (2004-2008).
En 2013, Olivier De Schutter recibió el prestigioso Premio Francqui, en reconocimiento a sus contribuciones a la teoría de la gobernanza, el derecho de la UE y el derecho internacional y europeo de los derechos humanos. En 2018, recibió el Premio de Liderazgo de la Fundación James Beard por su trabajo en la reforma de los sistemas alimentarios.