Un río de montaña es un río que corre generalmente en montañas, en valles estrechos y profundos con orillas empinadas, lecho rocoso y escombros de roca acumulados.
Los ríos de montaña se caracterizan por una gran pendiente y velocidad de flujo, poca profundidad, frecuentes rápidos y cascadas, así como por procesos de deslave predominantes. La pendiente de un río de montaña se calcula en 60–80 m/km en la parte superior y en 5–10 m/km en la parte inferior. Más precisamente, es mayor o igual a 0,002 m/m a lo largo de la mayor parte de su recorrido. La velocidad del curso se mide entre 1 y 4,5 m/s y más.
Los ríos de montaña tienen un potencial significativo para producir energía hidroeléctrica y, en condiciones áridas, a menudo se utilizan para riego.