Milestones es una obra de teatro de 1912 de Arnold Bennett y Edward Knoblock (entonces conocido como Knoblauch ). Es la historia del progreso de una familia de clase media alta entre 1860 y 1912. [1]
Primeras producciones
La obra se estrenó en el Royalty Theatre de Londres el 5 de marzo de 1912 y tuvo 612 representaciones. [2] En septiembre de 1912 se estrenó en el Liberty Theatre de Nueva York, donde tuvo 215 representaciones. [3]
El reparto de Nueva York estuvo encabezado por Leslie Faber como John Rhead. [3]
Trama
La obra describe los enfrentamientos generacionales en el seno de una próspera familia inglesa, relacionados con los deseos matrimoniales de la nueva generación y la oposición de sus padres. El acto I se desarrolla en 1860; el acto II en 1885; el acto III en 1912. Lo que sigue es un extracto del resumen de la trama que hace The Times en su reseña de la primera representación. [ 4 ]
En 1860, John Rhead le propone matrimonio a Rose Sibley, y la familia Sibley plantea objeciones. John Rhead está de acuerdo y cree en los nuevos barcos de hierro. ¿Qué le pasa al roble inglés, dicen los Sibley? ¡Idiotas!, exclama Rhead. ¡Fanáticos!, replican los Sibley. Pero el matrimonio, a pesar de todo, se lleva a cabo. […]
En 1885, John Rhead está a punto de ser nombrado baronet. Su fe en el hierro le ha proporcionado una fortuna. Pero su hija Emily ya está en edad de casarse, y surge la vieja dificultad. Su padre quiere que Emily se case con un noble, pero Emily ama a Arthur Preece, un joven ingeniero. Este joven ha descubierto un nuevo proceso para fabricar acero, pero John Rhead, que creía en el hierro (a los 25 años), no cree (a los 50) en el acero. De todos modos, presiona a Emily para que se case con el noble.
En 1912, Sir John es un abuelo vacilante; Lady Rhead, la más dulce de las abuelas; Emily, ahora viuda, Lady Monkhurst, y la más inteligente de las matronas. Una vez más, la eterna cuestión del matrimonio. La hija de Emily, Muriel, se ha comprometido con el joven Dick Sibley, otro joven ingeniero; y Emily no puede soportarlo, porque Dick se va a Canadá y ella teme separarse de su hija. Pero Muriel es una hija muy diferente de las hijas de las dos generaciones anteriores. Eran llorosas, obedientes, tímidas. Ella tiene la intención de salirse con la suya como algo natural. Cuando alguien se opone, está dispuesta a discutirlo; de hecho, es la joven contemporánea de la cabeza a los pies. Afortunadamente, se sale con la suya sin infligir dolor a sus mayores después de todo, porque el antiguo admirador de Emily, Arthur Preece (ahora diputado, líder del Partido Laborista, y ya un poco desilusionado con éste y con la política en general), reaparece y reclama a Emily como suya. Ella ya no necesita a su hija, que es libre de casarse con Dick, y todo termina felizmente con el abuelo y la abuela charlando cómodamente junto al fuego.