En el culto cristiano, la letanía mariana es una forma de oración a María, madre de Jesús, utilizada en los servicios religiosos y en las procesiones, y que consta de una serie de peticiones.
En la Iglesia oriental, las letanías forman parte de la liturgia oficial y tienen al menos tres formas diferentes: Synaptae (oración colecta), Ektenie (oración "intensa" de intercesión y perdón basada en parte en el Salmo 50 ) y Aitaesis (oración de intercesión por la paz, el perdón y la protección). Las letanías marianas son numerosas en la Iglesia oriental y pueden abarcar una multitud de temas, algunos dogmáticos, otros de carácter moral y patriótico.
En la liturgia de la Iglesia occidental la palabra letanía se deriva del latín litania , que significa oración de invocación o intercesión. También significaba, hasta el siglo XII, una procesión con carácter intercesor, conocida también bajo la denominación de rogación . Hay dos letanías marianas aprobadas en la Iglesia occidental: la Letanía de Loreto , y la Letanía para la Coronación de las Imágenes de la Santísima Virgen María, que puede ser un sustituto apropiado de la otra letanía en ciertas ocasiones. [1]
Las primeras letanías marianas debieron ser compuestas para fomentar la devoción privada, ya que no es en absoluto probable que fueran escritas para uso público, debido a su estilo prolongado y pesado. Letanías largas y complicadas de este tipo no parecen haber ganado popularidad, aunque es posible encontrar otros ejemplos de este tipo, pero la tendencia es siempre hacia la brevedad y la sencillez. A cada invocación de " Sancta Maria " se acostumbra agregar solo una alabanza, y estas alabanzas muestran en general una mejor elección o una mejor disposición. [2]
El texto auténtico más antiguo conocido de una letanía mariana se encuentra en un códice del siglo XII en la Biblioteca de Maguncia , con el título Letania de domina nostra Dei genitrice virgine Maria: oratio valde bona . Comienza con el habitual Kyrie Eleison ; luego siguen las invocaciones a la Trinidad , seguidas de invocaciones a la Virgen María en una larga serie de alabanzas. Esto continúa durante más de cincuenta veces, repitiendo siempre la invocación " Sancta Maria ", pero variando los títulos laudatorios dados. Luego, después de esta manera de las letanías de los santos, se produce una serie de peticiones. La letanía concluye con el Agnus Dei . [2]
Una vez que creció la costumbre de recitar las letanías marianas en privado y de acortar gradualmente el texto, no pasó mucho tiempo hasta que surgió la idea de emplearlas para la devoción pública, especialmente en casos de epidemia, como había sido la práctica de la Iglesia con las letanías de los santos, que se cantaban en las procesiones penitenciales y durante las calamidades públicas.
La primera mención cierta de un recitado público de letanías marianas está relacionada con una época de peste, particularmente en el siglo XV. En Venecia, de hecho, estas mismas letanías fueron finalmente adoptadas para uso litúrgico en procesiones por la peste y la mortalidad y para pedir lluvia o buen tiempo. Probablemente comenzaron a cantarse con este motivo durante las calamidades del siglo XV; pero en el siglo siguiente se prescriben, como una antigua costumbre, en las ceremonias de San Marcos.
Una letanía de esta nueva forma es la de un códice de la Biblioteca de San Marcos, Venecia , que data de finales del siglo XIII o principios del XIV. Se encuentra, aunque con variantes ocasionales, en muchos manuscritos. Omite las peticiones y consta de setenta y cinco alabanzas unidas a la invocación habitual, " Sancta Maria ". Por ejemplo: [2]
Santa María, Madre y Esposa de Cristo
Orad por mí;
Santa María, Madre inviolable
Orad por mí;
Santa María, Templo del Espíritu Santo
Orad por mí;
Santa María, Reina del Cielo
Orad por mí;Santa María, Señora de los Ángeles
Orad por mí;
Santa María, Estrella del Cielo
Orad por mí;
Santa María, Puerta del Paraíso
Orad por mí;
Santa María, Madre del Verdadero Consejo
Ora por mi
En cuanto a su contenido, que consiste principalmente en alabanzas a la Santísima Virgen, parece que no se tomó tanto de las Sagradas Escrituras y de los Padres de la Iglesia, al menos directamente, como de la poesía popular latina medieval. En las letanías más antiguas y más largas se encuentran estrofas rítmicas enteras, tomadas en su totalidad de esta poesía, y empleadas como alabanzas a la Santísima Virgen. En cuanto a su forma, es cierto que los primeros compusieron las letanías marianas querían imitar las letanías de los santos que se usaban en la Iglesia desde el siglo VIII. El principio básico de las letanías marianas es la repetición constante de la invocación: " Sancta Maria, ora pro nobis ". Y para que esta repetición no resultara monótona en la Edad Media se recurrió a un recurso desde entonces universalmente utilizado, no sólo en las devociones privadas sino también en la oración litúrgica, el de la amplificación mediante lo que se llama tropos. Fue fácil improvisar entre el " Sancta Maria " y el " Ora pro nobis ", repetidos una y otra vez, una serie de tropos consistentes en diferentes alabanzas, con alguna petición añadida ocasional, imitadas, aunque en líneas generales, de las letanías de los santos. De este modo se fue desarrollando la letanía mariana.
Otro tipo de letanía, que apareció en la segunda mitad del siglo XV, era la que se cantaba públicamente tempore pestis sive epydimic . Las invocaciones son muy sencillas y todas comienzan, no con las palabras " Sancta Maria ", sino con " Sancta mater ", por ejemplo: Sancta mater Creatoris; Sancta mater Salvatoris; Sancta mater munditie , etc. Al final, sin embargo, hay algunas peticiones breves como las que se encuentran en las letanías de los santos.
Poco a poco, las alabanzas se fueron haciendo más sencillas; a veces se omitían las peticiones y, a partir de la segunda mitad del siglo XV, se empezó a evitar la repetición de la " Sancta Maria ", de modo que sólo quedaron las alabanzas, con el acompañamiento " Ora pro nobis ". El nexo de unión entre las letanías más antiguas y este nuevo grupo puede haber sido una letanía encontrada en un manuscrito de oraciones, copiado en 1524 por Fra Giovanni da Falerona. Consta de cincuenta y siete alabanzas, y la " Sancta Maria " se repite, pero sólo a intervalos de seis o siete alabanzas, tal vez porque la forma o el tamaño del pergamino era tan pequeño que sólo cabía seis o siete líneas por página, y el copista se contentó con escribir la " Sancta Maria " una vez al principio de cada página. Pero, debido a su forma arcaica, esta letanía debe ser considerablemente anterior a 1524, y puede haber sido copiada de algún manuscrito del siglo XV. Las alabanzas están escogidas en parte de letanías anteriores y en parte son originales. La disposición es mejor y más variada. En primer lugar se dan las alabanzas al nombre de " Mater "; luego vienen las que expresan el tierno amor de la Santísima Virgen por la humanidad; después los títulos que se le dan en los credos; después los que comienzan con "Regina", que son idénticos a los que tenemos ahora en las Letanías de Laureto. Se introducen dos nuevos títulos: " Causa nostræ lætitiæ " y " Vas spirituale ", que no se encuentran en las letanías anteriores. También se incluyen tres invocaciones, " Advocata christianorum ", " Refugium desperatorum ", " Auxilium peccatorum ", que pasaron por un cambio fácil en el " Refugium peccatorum " y " Auxilium christianorum " de las Letanías de Laureto. Hay muchos ejemplos similares en los que la letanía consiste solamente en alabanzas sin la repetición de la " Sancta Maria ", y en los que la disposición y la forma se acercan cada vez más a la Letanía de Loreto.
Esta forma de letanía circuló ampliamente, tanto escrita como impresa, durante el siglo XVI. Una comparación de los textos mostrará que contienen las alabanzas de la Letanía de Loreto, con dos excepciones: la " Virgo prudentissima " de la Letanía de Loreto se encuentra como " Virgo prudens ", y el " Auxilium christianorum ", aunque no aparece en ningún texto anterior a esta época, es, como se señaló anteriormente, una variante fácil de la letanía de 1524. Es probable que el texto de Loreto se volviera habitual en la Santa Casa hacia fines del siglo XV, en una época en la que en otros lugares se estaban adaptando letanías similares para uso público con el fin de obtener liberación de alguna calamidad.
En la Iglesia de Oriente, las letanías forman siempre parte de la liturgia oficial y tienen al menos tres formas diferentes: Synaptae (Oración colecta), Ektenie (oración «intensa» de intercesión y perdón basada en parte en el Salmo 50 ) y Aitaesis (oración de intercesión por la paz, el perdón y la protección). Entre ellas se encuentra el «Threnos epitafio», que recuerda el sufrimiento de María el Viernes Santo. [3] El Akáthistos a la Theotokos , un himno del siglo VI , del siglo VI, incluye varias letanías.