Marco Mattiucci ( Osimo , 1968 - Sarno , 5 de mayo de 1998) fue miembro del Departamento Nacional de Bomberos italiano, y receptor de la medalla de oro al valor civil .
Antiguo alumno de la Escuela Militar Nunziatella de Nápoles (curso 196° años 1983-86) [1] apodado Matteo y conocido por ser el director del coro de estudiantes, se estaba graduando en derecho cuando eligió realizar el año de conscripción como voluntario en el Cuerpo Nacional de Bomberos, al que se incorporó el 20 de octubre de 1997. Después de seis meses de formación en las escuelas centrales, fue destinado al comando de Salerno .
En esta función, se apresuró junto con su equipo a ayudar a las poblaciones de Sarno y Episcopio afectadas por el catastrófico evento de inundación del 5 de mayo de 1998. Se encontraba comprometido con su vehículo en la evacuación de algunas personas cuando recibió la orden de retirada, consecuente con el agravamiento de los riesgos de deslizamiento de tierra de la zona donde se encontraba.
Sin embargo, se negó a abandonar el lugar y acudió al rescate de algunas personas, entre ellas un niño, de cuyo puesto había asumido y logró rescatarlos. Poco después, mientras aún realizaba las tareas de rescate, fue arrastrado por el desprendimiento de tierra junto con su vehículo y murió. [2] [3]
El 4 de mayo de 1999 se le concedió la medalla de oro al valor civil.
La ciudad de Salerno ha decidido honrar su memoria dedicándole una calle y un puente a la zona del Parque de Pinocho; el municipio de Sarno le ha dedicado el Centro Polivalente de Protección Civil; y el Cuerpo Nacional de Bomberos italiano ha bautizado con su nombre el cuartel de Salerno.
Medalla de oro al valor civil
“Con ocasión de un catastrófico movimiento de deslizamiento de tierra que arrasó la localidad, con generoso ímpetu evacuó a numerosos habitantes de las casas invadidas por el agua y los escombros y rescató a un niño en peligro. Con tenaz y valiente determinación, aunque consciente del inminente, extremo peligro, continuó las labores de rescate a bordo de su vehículo, pero fue alcanzado por una repentina ola de barro, resultando mortalmente herido en la cabina del vehículo al estrellarse contra un árbol. Espléndido ejemplo de elegidas virtudes cívicas y de altísimo sentido del deber”.
- Sarno (SA), 5 de mayo de 1998.