Prakāśa es un concepto de la filosofía india traducido por varios autores como "luz", "luminosidad", "brillar", "manifestación", "esplendor", "luz de la conciencia", etc.
En la filosofía budista , el término se utilizaba para referirse a la naturaleza autorreflexiva de la conciencia. En la filosofía budista tardía del Yogacara , prakāśa se utilizaba para referirse a la verdadera naturaleza de la mente , la mente luminosa , que es la verdad última , la realidad última .
En el Shaivismo de Cachemira, prakāśa se identifica con Dios , Śiva . [1] Paul E. Murphy lo describe como "conciencia luminosa e indiferenciada", [2] y Paul Muller-Ortega lo glosa como "luz primordial más allá de todas las manifestaciones". [3] Para los Shaivas, prakāśa se considera suprema, última, insuperable, pero como tal no puede describirse como trascendencia pura , porque aunque está por encima de todo, sigue estando presente en la manifestación, en cada aspecto de ella. Por lo tanto, se dice que prakāśa es a la vez trascendente e inmanente . [3]
Según Jonardon Ganeri , el concepto fue introducido por el filósofo budista Dignāga (c.480–c.540 d. C.). [4] Para Dignāga y su seguidor Dharmakīrti , la idea se refiere a Svasaṃvedana , la reflexividad inherente o naturaleza autoconsciente de la conciencia. Esto significa que en el proceso de ser consciente de cualquier objeto, la conciencia también se ilumina a sí misma al mismo tiempo. [4]
Zhihua Yao escribe que el concepto tiene raíces más antiguas en la visión de la escuela Mahasanghika de una mente inherentemente pura y luminosa . [5]
En la filosofía budista india tardía Yogācāra , "Prakāśa" se utiliza a menudo para describir una característica de la naturaleza de la mente , es decir, la mente luminosa que es la realidad última en la metafísica idealista Yogacara. El término fue utilizado por pensadores indios Yogacara como Prajñākaragupta (siglos VIII-IX), Jñānaśrīmitra (975-1025 d. C.) y Ratnākaraśānti (finales del siglo X a mediados del siglo XI), ambos eruditos muy conocidos en la universidad Vikramashila . [6] [7]
Según Prajñākaragupta, todos los fenómenos son en última instancia prakāśa:
Desde el punto de vista de la verdad más alta, nada brilla que no sea luminosidad (prakāśa)... Además, el objeto brilla debido a su naturaleza (prakāśa (ka) rūpeṇa); no es iluminado por nada más ( Pramāṇavārttikālaṃkāra ). [8]
En su Prajñāpāramitopadeśa, Ratnākaraśānti dice que la naturaleza propia (ātmabhūtaḥ) de todos los fenómenos es prakāśa. Afirma que todos los fenómenos que se experimentan deben tener resplandor ( prakāśa ), que es la capacidad de aparecer (pratibhāsa). Sin esta capacidad de brillar que tiene la conciencia, nada podría aparecer a la conciencia. [7] Para Ratnākaraśānti, prakāśa, la mente pura y luminosa, que también es una conciencia reflexiva ( svasamvedana ), es lo único que es real, todas las apariencias son ilusorias y falsas. [7] Esta visión se denomina nirākāravāda ("sin imágenes", también conocida como alikākāravāda) de Yogācāra. Sostiene que la realidad última es una luminosidad pura, un prakāśa sin imágenes cognitivas ni apariencias. Las apariencias sólo surgen de distorsiones cognitivas y son siempre ilusorias, mientras que la realidad última es una conciencia radiante sin imágenes. [9]
Mientras tanto, Jñānaśrīmitra considera que tanto prakāśa como sus manifestaciones (todos los fenómenos aparentes) son reales. Para él, algo irreal no puede surgir o manifestarse de algo real. Por lo tanto, sostiene que todos los ākāras (imágenes mentales, apariencias, aspectos cognitivos) también son reales, ya que son manifestaciones de algo real, es decir, prakāśa. Esta visión se denomina Sākāravada , la visión de que la realidad última es la conciencia radiante (prakāśa) junto con sus imágenes o manifestaciones . [6]
El concepto de prakāśa es importante en el Shaivismo no dual . En el Vedanta Advaita , se lo conoce como Svayam prakāśa .
En el Shaivismo Trika , prakāśa, la luz increada de la conciencia, es la esencia de Dios , Śiva . Su función es iluminar, hacer manifiesto. Sin embargo, el Shaivismo de Cachemira declara que la naturaleza de prakāśa es la "auto-aprehensión" ( vimarśa ), o, reflexionar sobre sí mismo. Así, según Kṣemaraja , "si la luz suprema estuviera desprovista de esta capacidad libre y espontánea de auto-referencia, sería impotente e inerte". [10] Así, prakāśa y vimarśa forman una pareja en el nivel supremo, identificadas respectivamente con Śiva y Śakti . El Shaivismo de Cachemira concede un papel muy importante al concepto de conciencia como luz o luminosidad. El término prakāśa a menudo se glosa y explica a través de varios otros términos, entre ellos:
Abhinavagupta (c. 950 – 1016 d. C.), el gran exégeta del Shaivismo de Cachemira, dice en su Tantraloka que "la conciencia está formada de luz y beatitud" [11].
Además, para Abhinava, el conocimiento de prakāśa es central para el proceso soteriológico saiva. Así, el Tantraloka afirma: “por medio de la luz espléndida que brilla en el corazón inmaculado, uno obtiene la unión con Śiva” [12] y también “el yogi que ha tenido la experiencia de la gran luz entra en la condición de ser de la naturaleza de Śiva” [13] .
No hay forma de poder expresar con palabras la experiencia personal de prakāśa , pero los místicos, tanto antiguos como modernos, han tratado de hacerlo, porque esas palabras tienen una poderosa carga espiritual. Algunos de los atributos subjetivos de la luz de la conciencia, en síntesis, son: “líquida”, “dichosa”, “inmaculada”, “cegadora”, “envolvente” e “ingrávida”. Estos son sólo algunos de los muchos relatos:
El Stavacintāmaṇi de Bhaṭṭa Nārāyaṇa es un texto intensamente devocional del Shaivismo de Cachemira. A continuación se presentan algunas citas que hacen referencia a la luz de la conciencia:
En su traducción del Pratyabhijnahridayam utiliza estas formulaciones:
Una experiencia mística de Ramakrishna , que representó un punto de inflexión para él:
Algunos relatos de encuentros con la luz increada, por Yogananda :