Adrian Ludwig Richter (28 de septiembre de 1803 - 19 de junio de 1884) fue un pintor y grabador alemán , fuertemente influenciado por Erhard y Chodowiecki . [1] Fue un representante tanto del romanticismo como del estilo Biedermeier .
Fue el ilustrador alemán más popular y, en muchos sentidos, el más típico de mediados del siglo XIX. Su obra se describe como típicamente alemana y hogareña, como lo son los cuentos de hadas de Grimm , para quien realizó varios grabados en madera. [2]
Nació en Dresde , hijo del grabador Carl August Richter , de quien recibió su formación.
El interés de su vida tranquila se centra dentro del círculo de su arte. [3] Como pintor, Richter aspiraba a una cuidadosa combinación del elemento figurativo con el paisaje, como se puede comprobar por los siguientes ejemplos: "Procesión de la cosecha en la Campaña" (1833) y otros tres en el Museo de Leipzig: "Ferry en el Schreckenstein" (1836) y "Procesión nupcial en primavera" (1847), en la Galería de Dresde; "Vista del Riesengebirge" (1839), en la Galería Nacional, Berlín. Uno de sus protegidos más notables fue Hermann Lungkwitz .
Richter visitó Italia de 1823 a 1826, y su Tormenta en las montañas Sabinas en el Museo Staedel de Frankfurt es uno de los raros temas italianos de su pincel.
Trabajó como diseñador para la fábrica de Meissen , viviendo en una casa en Schlossbrucke, cerca del castillo y la catedral, de 1828 a 1836. [4]
En 1841 se convirtió en profesor y director del taller de paisaje de la Academia de Dresde (ahora Hochschule für Bildende Künste Dresden ). La Galería de Dresde posee uno de sus mejores y más característicos cuadros: Procesión nupcial en un paisaje primaveral . Una enfermedad ocular puso fin a la práctica de su arte en 1874; [3] fue pensionado en 1877 y murió en Loschwitz , cerca de Dresde. [1]
Entre sus 240 grabados se encuentran unas 140 vistas de Sajonia, otras de Salzburgo , Roma y la Campaña . Su individualidad se revela más completamente en sus 3000 o más dibujos. De especial encanto son sus ilustraciones para El vicario de Wakefield (1841), para Musäus ' Volksmärchen der Deutschen (1842) y para muchos otros cuentos de hadas, para el Álbum de Goethe (1855), para la Glocke de Schiller (1857) y aquellas publicaciones cíclicas que revelan el lado más brillante de la inagotable fantasía del artista, como Beschauliches und Erbauliches (1851); Niños (1852); Fürs Haus (1858-1861); Der gute Hirt (1860); Unser täglich Brot (1866); Imágenes y viñetas (1874).