La cotización transfronteriza es la práctica de cotizar las acciones ordinarias de una empresa en una bolsa diferente a su bolsa de valores principal.
Una empresa comercial puede optar por cotizar sus acciones en una bolsa de valores de un país distinto de aquel en el que la empresa tiene su sede. Esta práctica se conoce como "cotización transfronteriza" o "cotización cruzada". Las empresas pueden adoptar la cotización transfronteriza para obtener ventajas que incluyen un menor costo de capital, una base de accionistas global ampliada, mayor liquidez en la negociación de acciones, prestigio y publicidad. Los encargados de la toma de decisiones también deben estar convencidos de que los beneficios superan los posibles costos, como los costos de cotización, la exposición a responsabilidades legales, impuestos y diversas fricciones comerciales, y la conciliación de los estados financieros con diferentes estándares nacionales. [1] (Karolyi A., 2006,)
Las regulaciones existentes en el mercado de capitales local, como los impuestos , la asimetría de la información y las restricciones a la propiedad extranjera, suelen actuar como barreras e impedir que los inversores extranjeros entren en esos mercados. Además, los inversores locales en mercados de capitales nacionales segmentados, para asumir el riesgo restringido al mercado local, suelen exigir una prima de riesgo. Para contrarrestar estos problemas, las empresas nacionales pueden adoptar políticas como la cotización en una bolsa extranjera para compensar los efectos negativos de la segmentación del mercado y ofrecer varias otras ventajas directas que se derivan de los menores costos de transacción (Khurana et al., 2005). Además, la cotización transfronteriza sirve como un medio para que los inversores extranjeros ahorren los costos de transacción asociados con el comercio en una moneda extranjera, así como para flexibilizar de manera efectiva las regulaciones cambiarias existentes, ya que se les permite negociar acciones en su propia moneda . Teniendo en cuenta que la cotización cruzada sirve para reducir las barreras a la inversión extranjera, la cotización transfronteriza sirve de manera efectiva para reducir los costos de las empresas relacionados con la segmentación del mercado y, por lo tanto, reduce el costo de la financiación externa (Alexander et al. citado en Khurana et al., 2005).
La capacidad de impedir que los accionistas o directivos adquieran beneficios privados de sus empresas es un aspecto importante del gobierno corporativo, ya que representa una fuente importante de posibles conflictos con los accionistas públicos. Después de todo, la lógica de la captación de capital externo debe ser que sólo debe captarse después de que la dirección se comprometa a devolver este capital a los inversores y no a extraerlo para el uso personal de los accionistas mayoritarios (Karolyi, 2006). Stulz (1999), citado en Karolyi (2006), hizo hincapié en los posibles conflictos de agencia y los problemas de asimetría de la información que los directivos corporativos o los accionistas mayoritarios enfrentarían con los accionistas públicos en su esfuerzo por captar capital externo. Los conflictos de agencia podrían surgir en el caso en que el conjunto de acciones de los directivos corporativos o los accionistas mayoritarios no estén alineadas con los intereses de los accionistas públicos. Por otro lado, pueden surgir problemas de información si la dirección de la empresa, aunque tenga buena información sobre los flujos de efectivo futuros, no es capaz de convencer de manera creíble a los inversores sobre la exactitud de estos flujos de efectivo (Karolyi, 2006). Los administradores pueden modificar esos problemas si optan por vincularse a un mejor régimen de gobernanza mediante la cotización en bolsa para comprometerse a no participar en actividades ilegales y, como resultado, pueden aumentar el valor de las empresas, ya que pueden captar capital externo. En consecuencia, la cotización transfronteriza mejora efectivamente el régimen de gobernanza corporativa de una empresa y esto es particularmente cierto para aquellas empresas que provienen de países con estándares de supervisión y divulgación inadecuados (Karolyi, 2006; Witmer, 2006, Pagano et al., 2002). Además, las empresas que deciden cotizar sus acciones en una bolsa más exigente en términos de estándares de divulgación y gobernanza corporativa disfrutan de una mejor rentabilidad posterior a la cotización que aquellas que cotizan en otras bolsas. Karolyi (1998), citado en Pagano et al. (1999), después de examinar varios estudios, mostró que la reacción del precio es significativa para las cotizaciones extranjeras en los EE. UU., que es el país con los estándares de divulgación más altos, mientras que es insignificante en otros casos.
Merton (1987), citado en Khurana et al. (2005), intenta explicar la lógica que se esconde detrás de la decisión de una empresa de cotizar sus acciones en bolsa mediante la hipótesis del reconocimiento de los inversores . Según esta hipótesis, el comportamiento de los inversores en la negociación de acciones se ve afectado por la falta de información. En consecuencia, este comportamiento afecta al precio de las acciones relacionadas, ya que los inversores con información incompleta son reacios a incluir esas acciones en sus carteras de inversión, por lo que necesitan una prima de riesgo para incluir esas acciones en sus carteras. A través de la cotización cruzada, las empresas pueden aumentar la conciencia de los inversores y ampliar su base de inversores potenciales en sus valores con mayor facilidad que si cotizaran en un solo mercado. La cotización transfronteriza mejora la credibilidad de una empresa al proporcionar información al mercado de capitales local, por lo que el flujo continuo de información permite que el mercado de capitales tome decisiones más rápidas y precisas (Licht, 2004). Además, la cotización de las acciones de una empresa en una bolsa de valores importante y prestigiosa como la NYSE o la LSE va acompañada de una mayor cobertura y atención de los medios locales, lo que a su vez mejora la visibilidad (Pagano et al., 2002). En apoyo de este argumento, Baker et al. (1998), citado en Witmer (2006), en su estudio analizaron cómo se ve afectada la visibilidad de las empresas extranjeras después de cotizar en la Bolsa de Nueva York o en la Bolsa de Londres utilizando dos indicadores de visibilidad: el seguimiento de los analistas de la empresa y la cobertura mediática. Según sus hallazgos, una media de seis analistas más siguen a la empresa después de cotizar en la Bolsa de Nueva York y una media de tres analistas después de cotizar en la Bolsa de Londres. Además, encontraron un aumento medio de la cobertura mediática nacional del 37 y el 11 por ciento después de cotizar en la Bolsa de Nueva York y la Bolsa de Londres respectivamente.
Para que un mercado sea líquido, las transacciones deben ejecutarse rápidamente y con poco impacto en los precios. Las empresas buscan cotizar en bolsa en otros países, ya que esto reduce los costos de transacción a través de una mejora en la liquidez del mercado después de la cotización en el extranjero. La relación entre la liquidez y la cotización en bolsa radica en la competencia global por el flujo de órdenes (volumen de operaciones). En consecuencia, las bolsas se ven obligadas a buscar continuamente formas de mejorar sus procesos de negociación para mejorar la calidad del mercado y mantener o atraer el flujo de órdenes. Los beneficios que las empresas buscan obtener a través de la cotización en bolsa en otros países se presentan en forma de una reducción en el precio de oferta y demanda de la empresa, lo que resulta en un aumento en la valoración de la empresa, por lo tanto, es más probable que esta liquidez mejorada atraiga a más inversores institucionales. La baja liquidez se percibe como una barrera para los inversores institucionales que les impide mantener las acciones de la empresa debido a los altos costos de negociación asociados con la tenencia de este valor (Witmer, 2006; Chouinard y D'Souza, 2003). Además, la proporción del volumen total de operaciones que captura el nuevo mercado junto con las restricciones comerciales impuestas a los extranjeros antes de la cotización son factores que afectan el grado en que se mejora la liquidez. Además, otro factor que favorece la mejora de la liquidez, especialmente para las empresas que cotizan en bolsa y proceden de mercados emergentes, es la existencia de vínculos informativos entre mercados. Si, por ejemplo, los vínculos informativos fueran deficientes para las empresas que cotizan en bolsa y proceden de mercados emergentes, la cotización cruzada reduciría la liquidez y aumentaría la volatilidad en el mercado interno, ya que las transacciones informativas se dirigirían a otros mercados (Domowitz et al. 1998 citado en Chouinard y D'Souza, 2003).
Otro beneficio que la cotización transfronteriza proporciona a las empresas extranjeras es la mejora de las condiciones en las que pueden captar capital externo, ya sea porque se relajan las restricciones crediticias o por la existencia del efecto de unión, debido al cual se aumenta la protección del inversor. Los beneficios de la cotización cruzada aumentan aún más en el caso de que la empresa o sus accionistas, debido a las restricciones financieras presentes en el mercado interno, actúen como barreras para la captación de capital (Witmer, 2006; Pagano et al., 2002). Además, la evidencia encontrada en la investigación previa de Reese y Weisbach (2002) citada en Witmer (2006) demostró un aumento en la captación de capital como resultado de la hipótesis de unión, ya que la capacidad de una empresa para captar capital en su propio mercado se mejora a través de la cotización cruzada. Además, las empresas perciben las cotizaciones transfronterizas como un medio para captar el capital necesario para financiar futuros proyectos de inversión. Las empresas de rápido crecimiento son las que tienen más probabilidades de experimentar los beneficios del aumento de la financiación (Pagano et al., 2002). [1] [2]