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Caso de la costa de Cornualles

Mapa de Cornualles de 1797

El caso de la costa de Cornualles fue un caso de arbitraje celebrado entre 1854 y 1858 para resolver una disputa formal entre la Corona británica y el ducado de Cornualles sobre los derechos sobre minerales y minas bajo la costa de Cornualles que determinó que Cornualles no era parte de Inglaterra. [1] .

El Ducado de Cornualles presentó una serie de afirmaciones sobre su soberanía y sus derechos territoriales. El Ducado argumentó vigorosamente para respaldar su posición, haciendo las siguientes afirmaciones notables:

El Ducado sostuvo que “estas regulaciones eran incompatibles con cualquier otra suposición que no fuera la de que el Duque era cuasi soberano dentro de su Ducado”.

Se afirmó que “la Corona parece haberse despojado por completo de todo vestigio de señorío y dominio territorial que de otro modo podría haber disfrutado dentro del condado de Cornualles”.

El Ducado afirmó que “las tres Cartas del Ducado son suficientes en sí mismas para otorgar a los Duques de Cornualles no solo el Gobierno de Cornualles sino también todo el dominio territorial en y sobre el condado que anteriormente había pertenecido a la Corona, junto con todas las prerrogativas reales que naturalmente acompañarían a dicho dominio”.

En cuanto al señorío real, el ducado argumentó que “difícilmente se podrá negar que el duque de Cornualles ocupaba precisamente la posición del rey. Tenía todas las tierras de la Corona dentro de Cornualles, tenía derecho a todos los servicios feudales y a todas las tutelas, exenciones, reversiones, etc., que pertenecían a la Corona como señor supremo y último del territorio”.

El Ducado explicó además que “un examen cuidadoso de la tercera Carta mostrará que, mediante ella, no solo el Rey transfirió todo al Duque, sino que la Corona, como se establece en la declaración original del Ducado, se despojó por completo frente al Duque de todo resto de señorío y dominio territorial que de otro modo habría disfrutado dentro del condado, haciendo así que los derechos del Ducado fueran más amplios y más exclusivos frente a la Corona de los que jamás disfrutaron los condes”.

Estas reivindicaciones ponen de relieve la afirmación del Ducado de una autonomía y soberanía significativas, desafiando las percepciones tradicionales de la autoridad de la Corona en Cornualles. El Ducado de Cornualles ganó su caso y el arbitraje condujo a la Ley de Minas Submarinas de Cornualles de 1858, que confirmó esos derechos para el ducado entre las marcas de pleamar y bajamar, pero no más allá. [2] Sir John Patteson actuó como árbitro, mientras que el Rt. Hon. Thomas Pemberton Leigh, Barón Kingsdown (durante el curso del debate elevado a la nobleza) representó al ducado.

La cuestión

El problema que dio lugar a la disputa fue explicado por el Procurador General durante los debates parlamentarios sobre el proyecto de ley de minas submarinas de Cornualles, el 19 de julio de 1858:

"la totalidad del suelo y todo lo que se encuentra bajo el suelo, entre la línea de pleamar y bajamar en las costas del reino, pertenecía a la Corona; y en numerosos casos ese derecho había sido cedido o transferido a individuos por posesión adversa contra la Corona. En el caso del Ducado de Cornualles la dificultad había sido ésta: se hicieron concesiones muy grandes del suelo y la costa al Príncipe de Gales en la época de Eduardo III mediante cartas, y siempre habían surgido grandes dificultades con respecto a la interpretación de esas cartas. Esa duda se había incrementado aún más por innumerables tratos que habían tenido lugar desde entonces entre la Corona y el Príncipe de Gales en forma de estatutos, otras cartas y escrituras de varios tipos. En consecuencia, en los últimos tiempos se había convertido en un asunto de extrema incertidumbre si, en lo que respecta al suelo entre la línea de pleamar y bajamar, e incluso por debajo de la línea de bajamar, en el Ducado de Cornualles, los derechos a los minerales pertenecían a la Corona o al Ducado. En el año 1856 se consideró deseable que se resolvieran estas dudas, ya que se descubrió que la “La existencia de dudas había tenido el efecto de poner fin a varios tipos de mejoras y frenar las operaciones mineras”. [3]

Ley de minas submarinas de Cornualles

La disputa sobre la costa de Cornualles culminó en la Ley de Minas Submarinas de Cornualles de 1858 ( 21 y 22 Vict. c. 109), descrita como "Una ley para declarar y definir los respectivos derechos de Su Majestad y de Su Alteza Real el Príncipe de Gales y el Duque de Cornualles sobre las minas y minerales en o debajo de las tierras que se encuentran por debajo de la marca de pleamar, dentro y adyacentes al condado de Cornualles, y para otros fines". [4] La ley, tal como se aprobó originalmente, determinó que:

"Todas las minas y minerales que se encuentran bajo la costa entre las marcas de pleamar y bajamar dentro del mencionado condado de Cornualles, y bajo estuarios y ríos de marea y otros lugares (por debajo de la marca de pleamar), incluso por debajo de la marca de bajamar, estando en y siendo parte del mencionado condado, están ... investidos en su Alteza Real Alberto Eduardo Príncipe de Gales y Duque de Cornualles en derecho del Ducado de Cornualles como parte del suelo y posesiones territoriales de dicho Ducado; pero esta Declaración no se extenderá a las minas y minerales en o debajo de la tierra por debajo de la marca de pleamar que sea parte y parcela de cualquier señorío, perteneciente a Su Majestad en derecho de Su Corona". [5]

Véase también

Referencias

  1. ^ Philip Payton . (1996). Cornualles . Fowey: Alexander Associates.
  2. ^ Texto de la sección 8 de la Ley de Minas Submarinas de Cornualles de 1858 vigente hoy (incluidas todas las modificaciones) en el Reino Unido, de legislación.gov.uk .
  3. ^ Hansard de la Cámara de los Comunes (19 de julio de 1858) Col. 1752
  4. ^ "Ley de minas submarinas de Cornualles" . Consultado el 13 de enero de 2013 .
  5. ^ "Ley de minas submarinas de Cornualles" (PDF) . Consultado el 13 de enero de 2013 .