También estableció reglas obligatorias en todo el país, para que ningún propietario de establecimientos o servicios de acceso público (parques, teatros, restaurantes, transporte público, estadios, hoteles, etc.) pudiera discriminar a las personas o segregarlas por motivos de "raza, color, religión u origen nacional", considerando que tales acciones constituían un delito criminal.[1] En materia laboral, la ley estableció que sería considerado "empleo ilegal", cualquier contratación, despido o trato en el empleo, que implique una discriminación motivada en la "raza, color, religión, sexo, u origen nacional" (años después se agregaría la edad mayor de 40 años),[2] estableciendo un procedimiento sumarísimo para castigar la ofensa y restablecer al trabajador afectado en el puesto de trabajo del que fue excluido.[1] Finalmente la ley creó la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (sigla en inglés EEOC).Johnson debió enfrentar a los senadores demócratas del sur de los Estados Unidos, su propio partido, quienes recurrieron al filibusterismo para bloquear la discusión parlamentaria, con una maratón de discursos durante 83 días, el más extenso en la historia de ese país.Una vez que la Ley se puso en práctica, sus efectos fueron de largo alcance y tuvo una enorme repercusión a largo plazo en todo el país.