Estudio virtual

En cinematografía se producen las escenas previamente grabadas mediante la introducción de fondos virtuales.

Muchas de ellas incluyen los siguientes componentes: La principal diferencia con el croma tradicional (el que se utiliza por ejemplo en programas meteorológicos) se encuentra en que en los sistemas tradicionales tenemos un fondo estático sobre el que no se realiza ningún tipo de movimiento de cámara (zum, barrido, etc.) mientras que en un estudio virtual este fondo estático se sustituye por uno de dinámico (generalmente tridimensional) generado por ordenador.

Con esto podemos conseguir emitir programas con un escenario virtual muy grande utilizando un espacio de producción muy pequeño.

Diseñar grandes escenarios es caro y una vez construidos son difíciles de cambiar.

Los estudios virtuales permiten poner al límite nuestra capacidad de imaginación.

Un estudio virtual no necesita madera, ni plasmas reales, incluso la iluminación se puede conseguir usando tan solo unos pocos focos.

Añadir efectos lumínicos y anti-aliasing, y correcta interpolación conlleva un aumento del coste computacional, es por todo ello que ni la próxima generación de superordenadores será capaz de alcanzar realidad fotográfica para estudios virtuales en tiempo real.

Diferencia entre la técnica usada en el cine y en televisión: podemos afirmar que el principal problema de la televisión es que, al trabajar en tiempo real y dado el coste computacional tan elevado de los entornos virtuales, con los ordenadores actuales es imposible obtener una calidad fotográfica en los acabados.

Estudio virtual de The Spiderwick Chronicles , donde se está preparando una escena con efectos especiales utilizando tecnología virtual en un estudio virtual