Durante su gobierno, el obispado y la población sufrían del pillaje y la opresión de los nobles francos.
Teodardo quiso ver al rey de Austrasia, Childerico II, que entonces esaba en Worms para buscar una solución a la situación.
Sus opositores lo perseguieron y acosaron, según la leyenda, hasta Rülzheim, cerca de Espira en Renania-Palatinado, donde se encuentra una capilla de romería.
La Iglesia católica lo considera como mártir y lo declaró santo.
Sus dies natalis se celebra el 10 de septiembre.