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Eizan de Kikukawa

Geisha jugando al Go , grabado en madera

Kikukawa Eizan (菊川 英山, 1787 - 17 de julio de 1867) fue un diseñador de grabados en madera japoneses de estilo ukiyo-e . Estudió primero con su padre, Eiji, un pintor menor de la escuela Kanō , y posteriormente con Suzuki Nanrei (1775-1844), de la escuela Shijō . Se cree que también estudió con el artista ukiyo-e Totoya Hokkei (1790-1850). Produjo numerosos grabados en madera de mujeres hermosas ( bijin-ga ) en la década de 1830, pero luego abandonó el grabado en favor de la pintura.

Este artista no debe confundirse con Harukawa Eizan , un diseñador de impresiones ukiyo-e que estuvo activo en la década de 1790.

Eizan fue el más prolífico, el más longevo y, en última instancia, el mejor de aquellos últimos seguidores de Utamaro que intentaron continuar el estilo bijin del maestro después de su muerte en 1806.

Junto con Tsukimaro y Utamaro II, Eizan ha sido generalmente descartado por los conocedores como un plagiario del estilo tardío de Utamaro, pero su obra de hecho se desarrolla, como la de la mayoría de los artistas de ukiyo-e, desde una estrecha identificación con un maestro líder hasta una estudiada independencia, y contiene piezas de notable belleza e interés.

A medida que Eizan alcanzó la madurez artística, comenzó a desarrollar su propio estilo figurativo, centrado en su mayor parte en grabados de mujeres hermosas ( bijin-ga ). La obra de Eizan conserva la sensibilidad y el lirismo que caracterizan el estilo Utamaro, en oposición al realismo más terrenal y la sensualidad más abierta de Kunisada y Keisai Eisen .

Eizan, al igual que Toyokuni I en los grabados de actores , es la última manifestación del estilo ukiyo-e clásico en la obra bijin, con colores armoniosos y líneas y temas elegantes. Después de él, se percibe la introducción de una estética diferente, con colores más duros, líneas angulares y materiales menos etéreos, más énfasis, en suma, en el peso material de la vida terrenal, en lugar de su transformación en algo de elegancia.

Con Eizan, la alquimia de la elegancia sigue viva, y en sus mejores obras, bien producidas, puede proyectar un brillo mágico sobre las formas del mundo y crear ligereza y gracia.

También es zurdo, lo cual resultaba extraño en una época como aquella en Japón.

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Referencias