Ahora es considerado como una obra fundamental en el derecho internacional.
[1] El contenido de esta obra debe mucho a los teólogos españoles del siglo anterior, en especial Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, quienes se centran en la tradición católica del iusnaturalismo.
[2] Grocio comenzó a escribir la obra mientras estaba en prisión en los Países Bajos.
Completó su pena en 1623, en Senlis, en compañía de Dirck Graswinckel.
[3] De acuerdo con Pieter Geyl: