Ansioso por vivir ( en italiano : Febbre di vivere ) es una película dramática italiana de 1953 dirigida por Claudio Gora y protagonizada por Massimo Serato , Marina Berti y Anna Maria Ferrero . [1] [2] El rodaje se llevó a cabo en locaciones cercanas a Roma . Los decorados de la película fueron diseñados por el director artístico Saverio D'Eugenio. En 2008, la película fue incluida en las Cien películas italianas para salvar del Ministerio de Patrimonio Cultural de, una lista de 100 películas que "han cambiado la memoria colectiva del país entre 1942 y 1978" . [3]
Massimo vive en el lujo, pero en realidad está agobiado por las deudas y se encuentra en una situación muy complicada en el turbio negocio del hipódromo que gestiona. Para mantener su ilusoria vida de rico, se ve obligado a recurrir a usureros. Pasa sus días con un grupo de otros jóvenes snobs y ociosos. Su pareja Elena la ama, pero él no tiene reparos en traicionarla. Su amigo Daniele sale de la cárcel, donde acabó a pesar de ser inocente, y descubre que Massimo, para embolsarse una suma irrisoria, había sobornado al abogado que defendía a Daniele y había conspirado para que su amigo fuera condenado. Elena está embarazada y una estafa, descubierta en su hipódromo, crea nuevos problemas para Massimo.
Para silenciar a Daniele, Massimo organiza un encuentro con Lucía, su exnovia, pero la muchacha ya no quiere saber nada de ese antiguo amor. Para salir de las presiones de Elena, Massimo convence a un joven amigo, Sandro, para que se haga cargo del embarazo de Elena y pida ayuda a sus padres. De esta forma consigue que la muchacha sea confiada a un médico sin escrúpulos que accede a que la aborten. Cuando Sandro descubre que ha sido utilizado y se rebela, estalla una pelea y muere atropellado por Massimo. Para dar la impresión de un suicidio, Massimo arroja el cuerpo por la ventana, en este punto Lucía, aunque está enamorada de él, lo denuncia y lo hace arrestar. Mientras tanto, Elena escapa de las garras del médico y decide continuar con el embarazo, mientras que Daniele no se resigna a ella, le confiesa a Lucía que todavía la ama y que sabrá esperarla.