Comandanta Esther es el nombre de guerra de una revolucionaria del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de Chiapas, México , creado para los derechos de los pueblos indígenas. [1] Se la considera una mujer de alto rango en el EZLN. Los "comandantes" militares no tienen poder militar o gubernamental real y son simplemente portavoces del movimiento . [2] La Comandanta Esther es mejor conocida por su discurso de marzo de 2001 ante el Congreso de la Unión en el Palacio Legislativo de San Lázaro en la Ciudad de México , en el que habló a favor del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas [3] y la dificultad que enfrentan las mujeres indígenas en México, exigiendo que se reconozcan sus derechos. [4] Su trabajo ha ayudado a inspirar a las mujeres activistas a hablar y unirse a roles de liderazgo en sus comunidades en México. [5]
La Comandanta Esther vivió una infancia difícil, pues su familia padecía pobreza y hambre. Vivía con su madre y varios hermanos, cuatro de los cuales murieron por falta de alimentos o por enfermedad. No tenían suficiente dinero, comían tortillas y ocasionalmente frijoles. Además, Esther no sabía hablar español. Había ido a la escuela de niña, pero no aprendió porque no entendía el idioma. En sus propias palabras, aprendió a hablar y escribir en español al unirse al EZLN.
Más tarde, cuando Esther fue creciendo y empezó a tomar conciencia de la pobreza que la rodeaba, empezó a asistir a reuniones indígenas donde se hablaba sobre la situación de su comunidad. Poco a poco fue aumentando su participación política, pero no sin obstáculos por ser una mujer indígena que vive en una región donde la desigualdad es común. [6]
La Comandanta Esther se hizo conocida por su papel como vocera del mensaje oficial del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el Congreso de la Unión , ubicado en el Palacio Legislativo de San Lázaro el 28 de marzo de 2001. Su posición como representante del EZLN le dio mucha atención al discurso porque hasta ese momento, el Subcomandante Marcos había sido el único y principal vocero que representaba a la organización.
Su discurso fue transmitido en vivo por todos los canales de televisión mexicanos [7] y además fue publicado el 29 de marzo en el segmento Perfil de La Jornada , un periódico mexicano. El artículo publicado informó que la Comisión para la Concordia y la Pacificación (Cocopa) necesitaba reconocer la necesidad de los derechos indígenas, especialmente los derechos de las mujeres indígenas, ya que su grupo demográfico enfrenta mucha más violencia dirigida por género, tiene menos derechos reproductivos y de salud junto con oportunidades de empleo y libertad de expresión. [8]
En su discurso ante el Congreso de la Unión se le atribuye haber dicho: “Así queremos los zapatistas un México donde los indígenas seamos indígenas y mexicanos, donde el respeto a la diferencia se equilibre con el respeto a lo que nos hace iguales. Donde la diferencia no sea motivo de muerte, de cárcel, de persecución, de burla, de humillación, de racismo. Donde, siempre, formada por las diferencias, la nuestra sea una nación soberana e independiente” [9], lo que en definitiva resumía el sentir del EZLN en ese momento.
Aunque la intervención de la Comandanta Esther en el discurso del 28 de marzo de 2001 ante el Congreso de la Unión es la más conocida, también se le reconoce su labor como oradora durante el Día Internacional de la Mujer en Chiapas, el 8 de marzo del mismo año. Presentó la necesidad de la solidaridad y la unidad de las mujeres:
“A las mujeres de todo el país les decimos que luchemos juntas. Tenemos que luchar más porque como indígenas somos triplemente despreciadas. Como mujer indígena, como mujer y como mujer pobre. Pero las mujeres que no somos indígenas también sufrimos, por eso las vamos a invitar a todas a luchar para que nosotras ya no suframos. No es cierto que las mujeres no sepan, que no sirve nada más que estar en la casa, eso no sólo pasa en las comunidades indígenas sino también en las ciudades.” [10]
Además, también relató las dificultades que ella y otras mujeres han tenido para poder participar en la política:
“Al principio me costó mucho, los hombres no entendían, aunque siempre les explicaba que hay que luchar para que no estemos pasando hambre todo el tiempo. Los hombres no les convenían, decían que las mujeres sólo servían para tener hijos y que debían cuidarlos…” [10]
La Comandanta Esther también participó como ponente en los siguientes eventos durante el año 2001:
Y en 2003, en Oventic, Chiapas, el 9 de agosto.
En la mayoría de sus discursos, la Comandanta Esther resalta la importancia de la unidad entre indígenas y no indígenas, y entre hombres y mujeres, en la búsqueda de un mejor país:
“Es nuestra palabra como mujer, caminemos junto a los hombres. Sólo ellos no podrán y nosotras solas no podemos. Pongamos más empeño, consolidemos nuestra organización de lucha social. Luchemos todos juntos, hombres y mujeres, por los derechos que nos niegan los poderosos y construyamos un México donde no haya burla de raza, color y lengua. Hermanos y hermanas, no aflojemos la conciencia, somos muy importantes porque sin las mujeres no habría patria ni se multiplicaría la humanidad. Nosotras como mujeres sentimos el dolor, damos a luz y somos un pie de los hombres, sólo los hombres luchando no harán el cambio.” [10]
Durante la Fiesta de los Caracoles en Oventic, Chiapas, en 2003, la Comandanta Esther criticó duramente a los partidos políticos, señalando que no representaban a los mexicanos. “No podemos dejar de ser indios para ser reconocidos como mexicanos. Nunca más. Podrán acabar con nosotros o traicionarnos (refiriéndose al PRI, PAN y PRD)… se pusieron de acuerdo para negarnos nuestros derechos”. [11]
El activista también escribió una carta el 1 de enero de 2003, dirigida al entonces Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, y a Luis H. Álvarez, Comisionado para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, para exigirles que reconocieran a los pueblos indígenas y sus demandas en lugar de no cumplir las promesas que habían hecho, diciéndoles, entre otras cosas: "Eres tú comisionado de la paz. Y sólo eres un comisionado de Fox para provocar división, y engañar al pueblo de México". [12]