" Atrapa a ese conejo " es un relato de ciencia ficción del escritor estadounidense Isaac Asimov . Se publicó por primera vez en el número de febrero de 1944 de Astounding Science Fiction y se reimprimió en las colecciones Yo, robot (1950) y El robot completo (1982).
El equipo recurrente de Powell y Donovan está probando un nuevo modelo de robot en una estación minera en un asteroide . Este DV-5 (Dave) tiene seis robots subsidiarios, descritos como "dedos", que controla mediante campos positrónicos, un medio de transmisión que los expertos en robótica aún no comprenden del todo. Cuando los humanos no están en contacto, el robot deja de producir mineral. No puede recordar los períodos de tiempo en los que deja de extraer mineral y afirma que esto le resulta tan desconcertante como a los humanos.
Powell y Donovan observan en secreto al robot sin que este lo sepa. Empieza a realizar marchas y bailes extraños con sus subordinados cada vez que ocurre algo inesperado, un ejemplo temprano de un Heisenbug (problema de software). Para saber más, los humanos intentan crear una situación de emergencia alrededor del robot para observar el momento preciso del mal funcionamiento, pero accidentalmente quedan atrapados en un derrumbe. Finalmente, se dan cuenta de que el robot principal tiene demasiados subordinados. Los "dedos" funcionan de forma independiente hasta que hay una necesidad seria de decisión, momento en el que el cerebro principal tiene que asumir el control de seis direcciones de todos los "dedos", lo que requiere un exceso de iniciativa y causa sobrecarga. Cuando los humanos estaban observando, su presencia reducía la iniciativa puesta en la mente del robot, y este no se descomponía. Para ser rescatados, los humanos disparan y destruyen a uno de los subordinados. El cerebro robótico principal puede manejar el control de cinco direcciones, por lo que los robots dejan de bailar y la Primera Ley toma el control.
Powell antropomorfiza el error como el robot que hace girar sus "dedos" cada vez que se ve abrumado por su trabajo. Este es otro ejemplo de cómo Asimov escribe sobre la robopsicología —personificada por Susan Calvin— en paralelo a la psicología humana. A esta altura de Yo, robot , el lector ya ha visto la histeria y la manía religiosa .