Caja de Ahorros de Navarra o Caja Navarra o CAN era una caja de ahorros de tamaño mediano con sede en la provincia de Navarra , al norte de España, con sede en Pamplona . La entidad financiera se disolvió en 2012 entre denuncias de irregularidades y de que el correspondiente órgano de control del Gobierno de Navarra no auditó a la caja de ahorros durante varios años. [1] Anualmente, el Gobierno regional de UPN recibía de Caja Navarra un informe de actividades de dos páginas, tipo copiar y pegar, tal y como se reveló en 2014. [2]
El banco surgió de la fusión de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de Pamplona (fundada por el Ayuntamiento de Pamplona en 1872) y la Caja de Ahorros de Navarra (fundada por la Diputación Provincial de Navarra en 1921) el 17 de enero de 2000. En agosto de 1924 se constituyó la Federación de Cajas de Ahorros Vasco-Navarras con el objetivo de ayudarse mutuamente y progresar conjuntamente ante la creciente competencia de las nacientes cajas vascas. Casi inmediatamente se incorporaron las Cajas de Ahorros de Pamplona en 1925.
Con el ingreso de Miguel Sanz a la delegación regional en Navarra (1996), se produjo la fusión de ambas cajas de ahorros tradicionales para formar Caja Navarra. En poco tiempo se convirtió en uno de los tres bancos que se fusionaron para convertirse en Banca Civica . [3]
La fusión se produjo después de que las propuestas de formar un holding financiero potente en el contexto vasco presentadas por cajas de ahorros similares en la Comunidad Autónoma Vasca no se materializaran. Las objeciones políticas planteadas por el partido navarro en el poder, UPN, impidieron cualquier movimiento en esa dirección.
En España, las cajas de ahorros o cajas son instituciones financieras privadas organizadas como fundaciones. En su creación, sus señas de identidad eran la preocupación por el ahorro, la orientación a las clases más pobres, la concentración en un área geográfica y la destinación de una parte importante de sus beneficios a proyectos comunitarios y benéficos. [4]
Según la Ley 26/2013 aprobada por el Gobierno conservador español ese año, todas las cajas de ahorros debían cambiar su personalidad jurídica, la mayoría de las veces a fundación bancaria. En su última etapa previa a su desaparición en 2012, Caja Navarra se desarrolló bajo la dirección de Enrique Goñi como consejero delegado.
Una serie de decisiones tomadas durante varios años provocaron la quiebra de Caja Navarra como caja de ahorros y su conversión en fundación. En el ámbito político navarro, las acusaciones de mala gestión y oscurantismo surgieron desde el principio, incluso antes de la eventual caída de la institución financiera. En enero de 2015 se creó un panel de investigación parlamentaria para determinar posibles responsabilidades.