Brandon Wayne Bryant (nacido el 18 de noviembre de 1985 en Missoula , Montana [1] ) es un denunciante estadounidense . De 2006 a 2011 fue operador de cámara ( operador de sensores ) de drones no tripulados de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos . Su trabajo consistía en asesinatos selectivos .
El 10 de diciembre de 2012, la revista alemana Der Spiegel informó sobre Bryant, su trabajo anterior y su trastorno de estrés postraumático. [2] [3]
Dio su testimonio ante un consejo de expertos de las Naciones Unidas [4] y ante el Comité Parlamentario Alemán que investiga el escándalo de espionaje de la NSA . [5] [6] [7] [8] Jesselyn Radack es su abogada.
El humo se disipa y quedan pedazos de los dos hombres alrededor del cráter. Y hay otro hombre por aquí, al que le falta la pierna derecha por encima de la rodilla. Se la sostiene y se da vueltas, y la sangre le sale a chorros de la pierna... Tardó mucho en morir. Yo solo lo miraba.
— El aviador de primera clase Brandon Bryant en GQ [9]
En abril de 2015, Brandon Bryant dio su primera conferencia pública 'Inside the Predator' sobre el sistema de drones y su experiencia como operador de drones en la conferencia 'DRONES: Eyes from a Distance', el evento inaugural del Disruption Network Lab en Berlín, Alemania. [10]
En 2015, la Asociación Alemana de Abogados Científicos y la sección alemana de la Asociación Internacional de Abogados contra las Armas Nucleares le otorgaron a Bryant el Premio al Denunciante . [11]
En noviembre de 2015 se estrenó en el Staatstheater Mainz la obra teatral Ramstein Airbase: Game of Drones , en la que Brandon Bryant es el personaje central y fue interpretado por Denis Larisch. [12]
En mayo de 2016, la documentalista noruega Tonje Hessen Schei produjo el documental Drone – This Is No Game! [13] . Los pilotos de drones Brandon Bryant y Michael Haas son mostrados como ejemplos de cómo la CIA recluta a jugadores de videojuegos y los entrena para matar por control remoto. Una versión anterior de la película ganó premios en varios festivales en 2015. En el Festival Internacional de Cine de Bergen ganó el "Premio al Mejor Documental" y el "Premio de Derechos Humanos". En la Fundación Cine por la Paz en Berlín ganó el premio como "Documental Más Valioso del Año". En el Festival de Cine de Derechos Humanos de San Sebastián, el equipo que realizó el documental ganó el "Premio de Amnistía Internacional". [14]