Basta es un álbum que editó Quilapayún en 1969. Reúne canciones populares y folclóricas de América Latina, la ex Unión Soviética e Italia. Este álbum incluye "La muralla" -una de las canciones folclóricas más populares de América Latina- basada en el texto de un poema del poeta cubano Nicolás Guillén . [1]
Los arreglos vocales alcanzan su punto máximo en “ Bella Ciao ”, “Por montañas y praderas” y “Patrón”. Este álbum, como X Vietnam , muestra el internacionalismo de Nueva Canción Chilena. [2] [3] [4]
Las notas a continuación son del lanzamiento original del álbum Basta en 1969 y de la reedición del álbum en Italia en 1974, pero es posible que no aparezcan en ediciones más recientes.
La importancia del papel que el arte debe jugar para los movimientos revolucionarios de nuestros pueblos fue abordada por primera vez en nuestro país en una carta histórica -que sirve de introducción a este disco- que fue firmada por el primer líder de la causa proletaria en Chile, Luis Emilio Recabarren.
Desde sus inicios nuestro grupo ha definido su trabajo como comprometido con los intereses del proletariado, y no ha ocultado, ni ocultará jamás, sus fines políticos. Esto nace de una necesidad de permanecer siempre leales a la verdad naciente que impulsa y moviliza a nuestro pueblo hacia la hora de su auténtica realización histórica.
Todos los artistas que tengan la oportunidad de entregar su obra a la causa revolucionaria deben hacerlo, y de esa manera no sólo cumplen con su responsabilidad con la clase obrera sino también con el arte mismo. Dado que en una época de explotación y miseria, de sometimiento, de guerras crueles e injustas, de egoísmos y egoísmos desenfrenados, de represión que violan la voluntad de los pueblos, que buscan liberarse del imperialismo y el capitalismo; Los artistas que se mantienen al margen y se aprovechan de su posición privilegiada en la sociedad, que de mil maneras pretende sobornarlos y enajenarlos, traicionan la esencia misma del arte
, que anhela liberar, educar, elevar a la humanidad. La sociedad
burguesa quiere que el arte sea un factor más de enajenación social ; los artistas debemos convertirlo en un arma revolucionaria, hasta superar definitivamente la contradicción que existe entre arte y sociedad.
Esta superación se llama revolución y su motor y agente fundamental es la clase obrera . Nuestro grupo, fiel a los ideales de Luis Emilio Recabarren, ve su trabajo como una continuación de lo que ya han logrado muchos otros artistas populares. Este lado de la trinchera lo han ocupado artistas cuyos nombres están ligados para siempre a la lucha revolucionaria de nuestro pueblo; el primero Luis Emilio Recabarren , los últimos: Violeta Parra y Pablo Neruda . El ejemplo que nos han dado es la luz que nos guía.