El 100T fue una modificación de la versión anterior, el Lotus 99T; eliminando la suspensión activa y logrando con ello acortar la distancia entre ejes, pero a su vez descompensando seriamente el equilibrio en la parte trasera del monoplaza.
A su turno la eliminación de la sofisticada suspensión activa, por un problema de costo, obliga a modificar la aerodinámica anterior del 100T, evidenciada por unos vistosos alerones delanteros.
La marcha del equipo de Senna a McLaren, permitió al equipo abandonar este desarrollo y concentrarse en dotar de mayor potencia al motor.
Las fallas en el chasis y la falta de motivación del recién contratado, tres veces campeón del mundo Nelson Piquet, hizo para Lotus una temporada 1988 para el olvido.
Piquet consiguió escasos puntos, que incluían tres posiciones de podio durante el año, pero el monoplaza carecía de velocidad punta, que resultó en el primer año que Lotus no conseguía una pole desde hace 5.