Solo se lo quitan ante Dios, es decir, ante el Santísimo Sacramento, por ejemplo durante la Misa desde el Prefacio hasta después de la Comunión.Los obispos y cardenales, para mostrar respeto al papa, se retiran el solideo, solamente en el momento de saludarle, en recuerdo de la especial misión que Jesucristo encomendó a San Pedro y, según la Iglesia Romana, a sus sucesores, los papas.Los cardenales, por ser el consejo de obispos más próximo al papa, no usan el solideo ni sus vestimentas color violeta, sino rojo, que era el antiguo color de los papas hasta que San Pío V adoptó el color blanco como propio de los Sumos Pontífices (en continuidad con el hábito dominico que este usaba, pues pertenecía a dicha orden).Además, simbólicamente el rojo es signo de que los cardenales juran estar dispuestos a dar su sangre por Dios, como mártires.El solideo violeta es usado por los obispos electos para presidir o concelebrar la Eucaristía, hasta el día en que deban recibir la ordenación episcopal, incorporándoles el báculo, el anillo y la mitra, siendo en algunos casos ir en la procesión inicial de dicha eucaristía acompañado de los sacerdotes asistentes y los obispos consagrantes, partiendo por los tres principales.