Zarramaco

Así vestidos, los zarramacos saltan y se agitan como «posesos en trance», sacudiendo los campanos que producen un ruido ensordecedor, con el fin de ahuyentar a los malos espíritus.Producen un caos en cierto modo ordenado ya que cada campano posee un sonido característico completando una amplia variedad de tonos.Si había paz juntaban lo recaudado y se dirigían a gastarlo en las tabernas y si había guerra aprovechaban para solucionar las rencillas aún latentes por lo que se iniciaba una pelea que en algunas ocasiones causaba heridas importantes a los mozos.A partir de ese momento recorren las calles del pueblo hasta entrada la noche.Antiguamente el último zarramaco conseguía el reconocimiento del pueblo siendo una demostración de fuerza que perduraba con los años.
Los zarramacos en la mascarada de invierno de La Vijanera .