Yahya I al-Muhtal (en árabe: المعتلي بالله يحيى بن علي al-mu‘talī bi-llāh yaḥyā bin ‘alī).
Tras desembarcar en Málaga, se dirigió al frente de un ejército bereber hacía Córdoba.
Sin embargo, las tensiones entre los bereberes y los cordobeses llevaron a Al-Cásim a abandonar nuevamente la capital, hecho que sin embargo no sirvió para que Yahya al-Muhtal recuperara el trono, ya que los partidarios de los omeyas cordobeses eligieron como nuevo califa a Abderramán V. Yahya al-Muhtal, asentado en Málaga, apresó a su tío Al-Cásim que se había refugiado en Jerez, haciéndolo ejecutar, y esperó su oportunidad para recuperar el trono cordobés.
Sin embargo, la difícil situación cordobesa limitó su estancia hasta marzo de 1026 cuando decidió regresar a Málaga, dejando la ciudad a cargo de su visir Abu Yáfar Áhmad ben Musa.
En junio de 1027 los cordobeses eligieron al que sería el último califa del califato, el omeya Hisham III.