Es usualmente vista como una canción de relleno, así como inconsecuente e inmemorable debido a su naturaleza experimental.
[5][6][7] En ese tiempo, John Lennon y Ringo Starr se encontraban trabajando en otras canciones del álbum, mientras que George Harrison estaba de vacaciones en Grecia.
[7] En su libro Revolution: The Making of the Beatles' White Album, sobre la creación del álbum, David Quantick describiría «Wild Honey Pie» como una canción «genuinamente inferior» que, después de la pieza avant-garde de Lennon «Revolution 9», se encuentra entre los temas más comúnmente omitidos por los oyentes del disco.
"Wild Honey Pie", que le sigue, simplemente asalta la oreja; suena como si alguien hubiera martillado un reloj de bolsillo gigante hasta que los resortes de dentro colapsaran en [una] pesada y discordante agonía».
[9] En su reseña contemporánea del disco, Jann Wenner de Rolling Stone solo señalaría sobre «Wild Honey Pie» que: «[La canción] hace un buen tributo a la música psicodélica y [sus] formas derivadas».