La letra transmite una libertad recién descubierta en la ciudad, adoptando una actitud despreocupada ante antiguas desilusiones amorosas.
Los críticos musicales describieron el género como synth pop, electropop y disco.
Las reseñas fueron diversas: varios críticos señalaron que las letras no lograban la sofisticación esperada para un homenaje a Nueva York.
La canción logró posicionarse dentro del top 20 en las listas musicales de Canadá, Nueva Zelanda y Escocia.
[8] Llegó a Nueva York sin estar involucrada románticamente con nadie, tras haber sido objeto de atención mediática por su vida amorosa.
[9] Según Swift, su «optimismo ingenuo» la llevó a ver la ciudad como un lugar lleno de «posibilidades infinitas y oportunidades».
La colocó como la primera canción en la lista de 1989 porque deseaba resaltar este evento significativo en su vida y su influencia estética en el álbum.
[8][10] En la letra, el narrador expresa una nueva sensación de libertad («Todos aquí fueron otra persona antes»)[11] y compara vivir en Nueva York con disfrutar de un buen ritmo al que se puede bailar.
[12] Dejan atrás los desamores del pasado («Guardamos nuestros corazones rotos en un cajón»),[13][14] celebran las luces brillantes y la energía de la ciudad,[15] pero mantienen su identidad («Las luces son tan brillantes / Pero nunca me ciegan, a mí»).
Según Smialek, la representación LGBT no es «protagonista», pero muestra «al menos una conciencia incidental y apoyo».
[15][20] Según el musicólogo James E. Perone, la composición es monotemática, evidenciada por las repeticiones de una sola nota tanto en los versos como en los estribillos.
[43][44] Varias publicaciones calificaron la canción como un «himno a la gentrificación», argumentando que no representaba a la auténtica Nueva York y que la elección de Swift, radicada en Nashville, era inapropiada en comparación con figuras nacidas en la ciudad como Robert De Niro y Jennifer Lopez.
[48] Esta decisión se originó tras una disputa pública en 2019 entre Swift y el mánager Scooter Braun, quien había adquirido Big Machine Records, lo que le dio control sobre los derechos de los álbumes que Swift había lanzado con esa discográfica.
[49][50] Al regrabar sus discos, Swift adquirió la propiedad total de los nuevos másteres, lo que le permitió tener control sobre la licencia comercial de sus canciones y reemplazó los másteres que aún pertenecían a Big Machine.
[52] Swift, junto a Tedder y Zancanella, produjeron «Welcome to New York (Taylor's Version)», que se grabó en el Mandarin Oriental en Milán, Italia, bajo la dirección de Tedder y Rich Rich; la mezcla estuvo a cargo de Ghenea en MixStar Studios, en Virginia Beach, Virginia; y la masterización se realizó con Randy Merrill en Sterling Sound, en Edgewater, Nueva Jersey.
[53] «Welcome to New York (Taylor's Version)» alcanzó la posición 16 en el Billboard Global 200.
[70] Perone la describió como «una canción atractiva, popular y muy interesante dentro del canon de Swift».
El evento incluyó canciones de 1989, como «Welcome to New York», y fue transmitido en vivo por Yahoo!
[77] Durante la promoción del álbum, Swift interpretó «Welcome to New York» en programas de televisión como Late Show with David Letterman[78] y Good Morning America.
[86][87][88] Adams canta con una voz que los críticos describieron como «dolorosa»[89] y de «dientes apretados».