Nuestra Señora del Topo es una advocación mariana con que se venera a la Virgen María en el Catolicismo.
Este cuadro se venera en la Catedral Basílica Metropolitana y Primada de Bogotá desde 1610.
Este prodigio se repitió varias veces acompañado en dos ocasiones de un sudor aceitoso el cual fue aplicado en llagas, tumores y otras dolencias, con milagrosos resultados.
El suceso fue confirmado y se siguió proceso conforme a derecho.
Don Simón López Barragán, quien era el gobernador encargado del arzobispado, ordenó trasladar la milagrosa imagen a Bogotá, donde fue recibida solemnemente y colocada en una capilla de la Catedral en 1610 y posteriormente fue nombrada Patrona del Capítulo Metropolitano.