Este ataque se enmarcó dentro de una campaña contra objetivos económicos y militares en Irlanda del Norte.
El IRA colocó, a lo largo del año 1972, más de 1300 artefactos explosivos.
[cita requerida] Se colocaron un total de 22 bombas, que mataron a 9 personas (2 militares y 7 civiles) y provocaron 130 heridos.
El líder del IRA, Sean MacStiofain, afirmó que los avisos fueron ignorados por el Ejército para que las bombas causasen víctimas civiles que desacreditaran al IRA, aunque nunca se ha podido corroborar tal afirmación.
[2] El conductor pudo maniobrar y esquivar lo peor de la onda expansiva.