Ellos tienen la segunda llamada más ruidosa de cualquier primate, seguido del mono aullador.
Como el lémur rufo blanco y negro es diurno, la fosa nocturna plantea la amenaza más grande.
Aunque las hembras suelen dar a luz a gemelos, los datos disponibles sugieren que no siempre se reproducen con éxito todos los años, y que una madre típica tiene sólo una cría cada dos años.
Aunque el principal factor es una sobre explotación a través de la caza que causa una presión insostenible.
Estas causas no han cesado y es en gran medida un proceso irreversible.