Ove (Rolf Lassgård) es un hombre gruñón de 59 años que ha perdido la fe en el mundo, e incluso en sí mismo.
Debido a que su esposa Sonja ha fallecido recientemente de cáncer, a que antes había perdido a su bebé en un accidente de autobús y que finalmente es despedido de su trabajo tras 43 años y empieza a vivir solo, Ove trata de suicidarse varias veces, fracasando siempre en sus intentos, pues éstos son frustrados ya sea por los vecinos o por algún otro motivo.
La película recibió críticas generalmente favorables: Rotten Tomatoes arrojó una calificación del 92%, y Metacritic una puntuación de 69.
[3][4] Washington Post, Chicago Tribune y Rogerebert.com también emitieron críticas positivas.
Los críticos han señalado que Un hombre llamado Ove está bien realizada y es capaz de conmover al público y hacer que éste no pueda retener las lágrimas.