Cayaponia racemosa

Hojas ampliamente ovadas, truladas u oblanceoladas, de 4–20 cm de largo y 2.5–27.5 cm de ancho, redondeadas a agudas, acuminadas y frecuentemente apiculadas y glandulosas en el ápice, ampliamente cordadas, subtruncadas o cuneadas y más o menos decurrentes sobre el pecíolo en la base, sinuado-denticuladas a subenteras, escábridas en la haz, finamente híspidas y con glándulas discoidales en la porción decurrente del envés, no lobadas o poco a muy profundamente 3–5-palmatilobadas o anguladas, los lobos triangulares a ovados o lanceolados, variables, a veces lobulados, el lobo central más largo; pecíolos 1–10 cm de largo; zarcillos 2–3-ramificados o a veces no ramificados.

Flores axilares, solitarias o apareadas, usualmente numerosas, dispuestas en ramas laterales con hojas reducidas o afilas, simulando racimos o panículas, las flores estaminadas y pistiladas más o menos segregadas; flores estaminadas cortamente pediceladas, pedicelos hasta 5 mm de largo, hipanto campanulado-obcónico, 2.5–4 mm de largo, sépalos distantes, dentiformes, hasta 1.5 mm de largo, corola subrotácea, profundamente lobada, los pétalos oblongos u ovado-oblongos, 4.5–10 mm de largo, verdosos con márgenes blanco-amarillentos; flores pistiladas más pequeñas y angostas en todas sus partes, ovario elipsoide-rostrado.

En el sureste de México se le dan diversos usos medicinales a esta planta.

Principalmente se emplea para tratar enfermedades de la piel, como urticaria y granos en general.

También se le atribuye el alivio a dolores producidos por golpes, se aplica en heridas, contra el pasmo y en la curación de picadura de avispas.