Tomás de Cori

A los 14 años, se hizo cargo de su familia después de la muerte de sus padres.

Tuvo la responsabilidad de hacerse cargo de sus dos hermanas y encontrarles marido.

Se caracterizó por una gran devoción y, después de haber casado a sus hermanas, se impuso los hábitos Franciscanos.

En 1683, fue ordenado sacerdote y fue conocido por su estilo claro y simple de predicar y por su "admirable devoción a la eucaristia".

[1]​ Se unió a la comunidad de Civitella (ahora Bellegra), donde vivió hasta su muerte, a excepción de los seis años que vivió como guardián del convento de Palombara.