The Man Who Wasn't There —titulada El hombre que nunca estuvo allí en España y El hombre que nunca estuvo en Hispanoamérica— es una película neo-noir de 2001 escrita, dirigida, producida y montada por los hermanos Coen.
La película estuvo protagonizada por Billy Bob Thornton, acompañado por Frances McDormand, James Gandolfini, Michael Badalucco, Tony Shalhoub, Scarlett Johansson, Jon Polito y Richard Jenkins.
Atraído por la idea, Ed planea chantajear al amante de su esposa para conseguir el dinero.
Tras su estreno en los cines, tuvo una repercusión tibia en la taquilla,[3] sin embargo fue bien recibida por la crítica cinematográfica,[7] que elogió el trabajo de fotografía de Roger Deakins[8][9][10][11] y las actuaciones, en especial el papel del lacónico protagonista interpretado por Thornton.
La barbería donde trabaja pertenece a Frank (Michael Badalucco), su cuñado y también colega, un auténtico charlatán.
Después de pensarlo, a Ed le resulta convincente la idea y decide invertir.
Atormentado por la soledad, se imagina ayudándola a empezar una carrera musical y transformándose en su representante.
Su fantasía se termina cuando un profesor de música le dice que Birdy no tiene talento.
Cuando Ed se despierta en el hospital, dos oficiales de policía le comunican que está bajo arresto por asesinato.
La declaración inicial de Riedenschneider al jurado es interrumpida cuando Frank ataca a Ed; el juicio es suspendido.
Mientras espera en el corredor de la muerte, Ed escribe su historia para venderla a una revista pulp.
[20][21] Tan pronto finalizó la filmación y montaje de O Brother, Where Art Thou?, a mediados del año 2000 los directores continuaron con The Man Who Wasn't There —en ese entonces titulada provisionalmente The Barber Project—.[22][n.
[24][25] Para protagonizar la cinta, los directores le dieron la oportunidad a un actor con quien no habían trabajado antes, Billy Bob Thornton,[25][24] que aceptó la propuesta para encarnar al barbero antes de leer el guion: «Sabía que sería bueno.
[27][28] Bill Murray fue tenido en cuenta para el papel que finalmente sería de Thornton.
[20] A pesar de estar ambientada en el pasado, utilizó tecnologías contemporáneas y quería que The Man Who Wasn't There reflejara la era en que estaba siendo realizada: «no tratamos de hacer una película vieja», dijo Deakins.
[1] Sin embargo, debido a exigencias contractuales y de marketing, en algunos países se estrenó en color.
[20] El traje cruzado con solapa en pico del abogado defensor Freddy Riedenschneider estuvo inspirado en Salvador Dalí, según la vestuarista Mary Zophres: «Es un poco inusual para la época y sugiere opulencia».
[20] Cuando Ed aparece en pantalla, casi siempre se lo ve fumando un Chesterfield, un detalle de la época.
[40][20] A continuación, la producción volvió a Los Ángeles para filmar en una iglesia presbiteriana sobre Wilshire Boulevard y en el Centro de Los Ángeles, donde se filmó en un complejo de apartamentos que se utilizó para hacer las escenas del vestíbulo del hotel.
Un Bank of America abandonado ubicado también en el centro se utilizó para las escenas en que Ed va al banco.
[4] El editor musical Todd Kasow se encargó de seleccionar sonatas adecuadas para la banda sonora mientras que Burwell empezó a trabajar en una composición «pianocéntrica».
[42] The Man Who Wasn't There fue la novena película en la que Burwell colaboró con los hermanos Coen.
[42][45] Está conformado por los siguientes catorce temas: La idea de escribir una película protagonizada por un barbero estuvo inspirada en un afiche que los hermanos Coen vieron mientras filmaban The Hudsucker Proxy (1994).
[7] De igual forma, otros convencionalismos popularizados por las novelas negras del escritor también estuvieron presentes en The Man Who Wasn't There, como por ejemplo el plan para conseguir dinero rápidamente, desventuras sexuales y coincidencias del destino.
[53][54][55][7][56] A través de su personaje principal, The Man Who Wasn't There explora la visión existencialista sobre la desesperación, una temática reminiscente del pensador Søren Kierkegaard.
La distribuidora USA Films se encargó de su estreno en Estados Unidos,[n. 4] aunque su proyección estuvo limitada a cines selectos.
[68] Algunos autores especularon con que el resultado de ese fracaso se debió, en parte, al poco entusiasmo del público masivo hacia las cintas en blanco y negro.
[72] Jonathan Rosenbaum, del periódico Chicago Reader, destacó que «Joel e Ethan Coen se mantienen fieles a su inclinación por héroes torpes y neo-noir, y a su firme convicción de que la vida normalmente se vuelve espléndidamente horrorosa».
[75] Peter Bradshaw, de The Guardian, afirmó: «Es la mejor película estadounidense del año»[14] y Philip French, en otra reseña para The Guardian, también afirmó que se trataba de la mejor película del año hasta ese momento.
[109] Reseñando el DVD, el sitio DVD Talk escribió que la fotografía en blanco y negro «está capturada brillantemente, evocando la historia del cine negro y al mismo tiempo conservando una limpieza inmaculada.