También es el primer álbum publicado por la banda con la discográfica Parlophone, tras treinta años de relación comercial con EMI Records.
La banda compuso e inmediatamente grabó muchos temas en el estudio, lo que dio como resultado una sensación de directo espontáneo.
El primer sencillo del disco, «Speed of Light», se publicó como vídeo musical el 14 de agosto, y simultáneamente como descarga digital y CD single exclusivo para Best Buy.
Aunque no es un álbum conceptual, las referencias al alma y a la mortalidad son prominentes, como se aprecia en la portada de temática maya, creada por el artista gráfico Mark Wilkinson.
[3] Dickinson declaró sobre la elección del lugar de grabación: «El estudio guarda recuerdos especiales para todos nosotros.
Nos encantó descubrir que el mismo ambiente mágico sigue vivo allí».
Según el guitarrista Adrian Smith, la presión que esto creaba era positiva «porque te hacía entrar en acción».
Como en todas sus colaboraciones de estudio con Shirley, la mayor parte del álbum se grabó en directo, con muchas primeras tomas para añadir espontaneidad.
[10] El 14 de agosto, la banda publicó un vídeo musical para la canción «Speed of Light»,[11] dirigido por Llexi Leon.
Con ambos temas, Smith y Dickinson escribieron deliberadamente canciones más cortas en un intento de rememorar sencillos clásicos de la banda como «2 Minutes to Midnight» (1984) y «Can I Play with Madness» (1988).
[19] A diferencia de los dos álbumes anteriores de la banda, A Matter of Life and Death (2006) y The Final Frontier (2010), Harris no se atribuye la autoría en todas las canciones del disco.
[25] Aunque no es un álbum conceptual, las referencias al alma aparecen por doquier,[26] así como cavilaciones sobre la mortalidad en general, y Harris explicó que «a medida que envejeces, empiezas a pensar más en tu propia mortalidad y en este tipo de cuestiones».
De acuerdo con el artista, las marcas tribales usadas en la imagen son «genéricas e inventadas [...] una mezcla entre vudú y maya».
[46] AllMusic le concedió 4 de 5, afirmando: «Con escuchas repetidas se gana un espacio en la estantería junto a sus mejores discos».
[46] AllMusic la describió como «una suite de heavy metal, diferente a todo su catálogo».
[30][63] Fue su quinto disco en encabezar la lista de álbumes del Reino Unido, con ventas superiores a las 60 000 unidades,[64] superando en ventas a The Final Frontier, que vendió 44.385 copias, pero alcanzó la misma posición en las listas.