La mayor parte de estos territorios fueron anexados definitivamente por la Unión Soviética al finalizar la guerra en Europa, siendo reconocido el cambio territorial por los Aliados.
Polonia fue compensada con territorios más al oeste, en perjuicio de Alemania, recibiendo los llamados "Territorios Polacos Recuperados", en referencia la zona de influencia polaca durante la dinastía Piasta.
Tomados por Polonia en una serie de guerras entre 1918 y 1921 (principalmente la guerra polaco-soviética), estos territorios tenían población mezclada de nacionalidades diferentes, siendo los polacos y los ucranianos los grupos más numerosos, pero contando con minorías grandes de bielorrusos y judíos.
[1] Sin embargo, como los grupos nacionales diferentes se encontraban muy mezclados en un mosaico de patrones de asentamiento mixto, gran parte del territorio tenía su propia significativa mayoría de población local no polaca (ucranianos en el sureste y bielorrusos en el noreste), especialmente en las zonas rurales.
La composición de la población en las zonas cedidas era: [13] [13] Desde 1944 hasta 1952, el Ejército Insurgente Ucraniano continuó su lucha contra los comunistas.