La mayor parte de su caparazón es más posteriormente posicionada que en las otras subespecies.
La coloración del dorso y las extremidades es generalmente completamente ausente, aunque algunas manchas oscuras son comunes en las tortugas adultas.
Se sabe que comen lombrices, insectos, caracoles, babosas, fresas, hongos y vegetales de hojas verdes.
Durante la época seca excavan madrigueras poco profundas en la hojarasca para conservar la humedad.
El recinto también debe contener un escondite para la tortuga, así como una área donde pueda disfrutar.
Materiales del desierto, como grava o arena serían demasiado secos y difíciles para escarbar, y los pequeños rasguños son susceptibles a las infecciones.