[8][1] Al respecto, Will Hermes describió el sonido de Tempest en su crónica para la revista Rolling Stone como «el álbum más oscuro del catálogo de Dylan»,[8] mientras que el periodista Randall Roberts destacó la lírica de Dylan en su reseña para el diario Los Angeles Times diciendo: «Pocos escritores americanos, salvo Mark Twain, han hablado con tanta elocuencia y consistencia a un ritmo tan rápido y honesto, y la evidencia continúa en Tempest».
[9] Sin embargo, el éxito comercial de Tempest fue menor en comparación con su antecesor, Together Through Life, que alcanzó el número uno en Estados Unidos y Reino Unido en 2009:[10] mientras en países europeos como Alemania, Austria, Dinamarca, Noruega, Países Bajos y Suecia se alzó a la primera posición de los discos más vendidos, en Estados Unidos y Reino Unido llegó al tercer puesto en las listas Billboard 200 y UK Albums Chart respectivamente.
[5] Dos días después, su página web confirmó una nueva gira por Norteamérica en otoño, con Mark Knopfler como telonero.
[8][22] En su reseña para la revista musical Rolling Stone, el periodista Will Hermes otorgó al álbum la máxima puntuación y lo definió como «musicalmente variado y lleno de curvas», así como «el álbum más oscuro del catálogo de Dylan».
Según Hermes, en el álbum destacan dos canciones, «Tempest» y «Roll On, John».
[8] En su reseña para American Songwriter, Jim Beviglia dio al álbum cuatro estrellas y media sobre un total de cinco, y lo definió como «el tipo de carne en oferta que sus seguidores más ardientes desean».
[22] Además, reconoce con claridad antecedentes musicales en varias de las canciones: «Duquesne Whistle» en «Thunder on the Mountain», «Scarlet Town» en «Ain't Talkin'», «Tin Angel» en «Man in the Long Black Coat», «Early Roman Kings» en el blues de Muddy Waters «Mannish Boy», y «Pay In Blood» en «Idiot Wind» y «Like a Rolling Stone».
Según Roberts: «En sus mejores momentos, canciones nuevas como "Scarlet Town", "Tin Angel" y "Roll On, John" muestran a un artista arremolinándose en la repetición musical y en la diversión de la longevidad.
Cada una es más larga de siete minutos y cada una merece ser escuchada hasta que termina.
Mezcla estas largas narraciones con gemas de cuatro minutos de duración, elaboradas por expertos, que flotan como aves talladas en madera que renacen, especialmente "Long and Wasted Years", una canción amarga sobre un matrimonio roto».
[31] En España, la publicación digital Efe Eme situó a Tempest como el mejor disco internacional del año.
[34] Por su parte, el título del álbum dio origen a especulaciones sobre si podía ser el último trabajo de Dylan, debido a su similitud con La tempestad, la última obra del dramaturgo inglés William Shakespeare.