Fue el último jugador de las Grandes Ligas que bateó con un promedio superior a .400 en una temporada (.406 en 1941).
En algún momento el nombre en su acta de nacimiento fue cambiado a Theodore, pero su madre y amigos cercanos siempre lo llamaron Teddy.
Su padre fue un soldado, alguacil y fotógrafo de Nueva York que admiraba mucho al expresidente.
Esto se hubiera redondeado a .400, convirtiéndolo en el último jugador en batear .400 desde Bill Terry en 1930.
El mánager dejó que Williams decidiera si iba a jugar o no.
Imágenes del partido muestran a Williams brincando alegremente y aplaudiendo mientras recorría las bases; después dijo que esa fue su mayor emoción en el béisbol.
En 1970 escribió un libro sobre el tema, The Science of Hitting (La Ciencia del Bateo), publicado en 1986, que aún es leído por muchos jugadores de béisbol.
Durante la misión, munición de artillería antiaérea golpeó su avión y estropeó su sistema hidráulico y eléctrico, causando que Williams tuviera que "arrastrar" prácticamente su avión para aterrizar dificultosamente en la base de la Fuerza Aérea K-13, muy cercana a las líneas enemigas.
Después de salir del avión, Williams comentó: "Corrí más rápido que Mickey Mantle".
Estas ausencias le alejaron durante cinco años de su carrera deportiva y limitaron significativamente los registros totales de sus marcas, si bien Williams nunca se quejó sobre el tiempo que dedicó al servicio militar.
Los dos premios MVP y dos triple coronas de Williams vinieron en cuatro años diferentes.
Esta táctica defensiva se sigue usando hoy en día y es llamada el cambio del cuadro.
Es interesante notar que se usa frecuentemente contra David Ortiz, Jason Giambi, Jim Thome y Travis Hafner.
Inseguro por su educación, necio por su confianza en sus creencias, Williams se convenció de que los "caballeros del teclado" estaban en su contra y los trató de igual manera, como lo describe en sus memorias en My Turn at Bat.
Williams sentía a veces mucha gratitud por la pasión y conocimiento del juego que demostraban los fanes.
La actitud reservada de Williams llevó al escritor John Updike a observar burlonamente que "los dioses no contestan las cartas."
Las Medias Rojas jugaron tres partidos más en Nueva York; sin embargo, Williams no apareció en ninguno de ellos, dejando en claro que su último turno al bat en casa fue el último de su carrera.
También era segundo después de Ruth en bases por bolas, pero ahora es cuarto lugar ya que Barry Bonds y Rickey Henderson han roto el récord.
Williams se mantiene como el líder en bases por bolas por apariciones al plato.
Poco tiempo después de la muerte de Williams, el reportero conservativo Steve Sailer lo llamó "posiblemente el americano más técnicamente proeficiente del siglo XX, como lo demuestra su destreza en tres áreas tan distintas."
Aunque muchos piensan que Ted estaba siendo utilizado por su hijo, no existe evidencia real de que el joven Williams estuviera haciendo algo ilícito o indeseable con las ganancias de su padre.
Como solo podía caminar distancias muy cortas, Williams fue llevado al montículo del pitcher en un carrito de golf.
La ceremonia fue acortada ya que la aparición de Williams podía retrasar el comienzo del partido.
Anunciando que no habría funeral, su hijo John Henry Williams llevó el cuerpo de Ted a la Alcor Life Extension Foundation en Scottsdale, Arizona y este fue colocado en suspensión criónica.
Aunque esta acción disgustó a muchos familiares, amigos y fanes, al parecer es el derecho de los hijos por ley.