Los bronces de Vipasca son una de las fuentes más importantes para el conocimiento del Derecho romano en la península ibérica.
La primera de ellas, denominada Vipasca I, fue encontrada en 1876 y versa sobre los derechos de los diferentes arrendatarios; la segunda, Vipasca II, encontrada en 1906, trata sobre el régimen jurídico de las concesiones mineras y normas de carácter técnico.
En ella es aludido el emperador Adriano, por lo que la tabla dataría de entre los años 117 y 138.
Sólo su último capítulo, el 9, proporciona información sobre el régimen jurídico de las minas - indirectamente-, al referirse a un impuesto que grava la ocupación de los pozos mineros.
La mano de obra estaba compuesta por esclavos o reos condenados a trabajos forzosos, así como por algunos hombres libres.