La madera del árbol se curvaba en grandes prensas al vapor, para fabricar la parte inferior de la «J», también llamada «pipa».
Luego, al mango se le insertaba la pipa en el extremo.
A diferencia de los palos de madera tradicionales, son más duros y livianos, lo que le confiere a la pelota una mayor velocidad.
Por otra parte, los palos de material sintético no sufren variaciones en la fabricación.
Los palos también pueden romperse; además, están expuestos al desgaste de la curva.