Úrsula de San Pedro
La tradición oral narra que en 1651, Sor Úrsula se enamoró de Jerónimo de Grimón y Rojas,[1] hijo natural del dueño de la casa hoy conocida como Palacio de Nava (situado al lado del Convento de Santa Catalina).La sentencia se cumple en la primavera de ese año.Se obligó a Sor Úrsula a presenciar desde el ajimez del convento la ejecución de su amado, que tuvo lugar en la Plaza del Adelantado.[1] La cabeza de Jerónimo fue clavada en una pica y expuesta para escarmiento público durante varios días.Ella, fue encerrada de por vida y sólo podía presenciar los oficios religiosos a través de un pequeño ventanuco situado a la derecha del altar mayor de la iglesia del convento.